Red Bull Music Academy Radio

domingo, 3 de enero de 2010

Busco justicia frente a la corrupción



Estoy formando parte de un sigiloso, repentino y sumamente veloz asalto en estos momentos.
No soy de esas costumbres pero es que algo ha sucedido y no me dan más alternativas, estoy muy asustado y creo que nadie puede ayudarme, debe haber algo que alguien pueda hacer para hacerme cambiar de parecer.
¿Avisarle a la policía?, ¿que no entendiste que soy un ladrón?, ¡demonios! no te tengo al tanto es cierto, es difícil poder concentrarme ahora, te pido disculpas pero bueno no tengo mucho tiempo así que solo te diré lo que hice y de lo que me acusan, comenzaré por lo último porque lamentablemente no todo esto es cierto.
Me acusan de ser el cabecilla de una banda de ladrones de nitroglicerina con destino para la explosión de diversos centros específicos tales como la catedral, distintos municipios, el congreso, entre otros.
En sí me acusan de ser el causante de tener la ciudad en llamas y haber creado el pánico, el caos y el regocijo de las mentes quebradas, pero la verdad no quiero seguir formando parte de esto y en serio nunca quise.
Soy el objetivo favorito de la policía y las fuerzas especiales en mi país, soy como una mina de oro para los cazadores de recompensas, ¡como un pozo petrolero!
Pero hay algo divertido en todo esto, y es que a pesar de no querer estar aquí, soy indispensable para esta gente que me pide todos estos disturbios, y el afán de sentirme querido y necesitado me mantiene entretenido y aferrado aquí.
Llevo poco tiempo aquí y me he vuelto en verdad como el cerebro, ¿Cómo así lo logré?, no tengo ni la más mínima idea.
Ellos me quieren porque manejo un sistema muy complejo y completo de desactivación de seguridad desde el más recóndito de los lugares del país.
Aprendí este sistema porque en la compañía en la que yo antes de ser secuestrado trabajaba servía para el gobierno y trabajaba con el sistema de seguridad más completo que podía existir en el planeta.
No soy de un país muy importante, pero a mi parecer, porque no se podían brindar todos los datos en mi trabajo, en lo que respecta a la gama de seguridad hay facilidades para que unas cuantas personas consigan el poder absoluto de todas las llaves y claves de seguridad en el planeta, pero deben mantener un juramento de palabra de no transmitir conocimientos, y por supuesto contaba con la mejor de las vigilancias en el país.
No sirvió de nada porque como les dije, fui secuestrado y la verdad es que lo hicieron ver tan fácil y me dieron tantas comodidades y hasta hoy me brindan tanto que creo que pedirles la ayuda que les pedí al principio con tanta avidez no viene al caso ahora, pero lo hice porque la conciencia me mata, eso de dejar que los gobernantes sean asesinados, que los líderes sean pisoteados en masas pequeñas pero sumamente cargadas de armamentos y con facilidades, pues explotar sus defensas es algo que les facilita el trabajo.
En fin yo solo presiono botones, creo diagramas de entradas, reviso planos y todo lo técnico pero créanme cuando les digo que saberme líder de un movimiento revolucionario y de robos a diestra y siniestra crea una culpa en mi interior a cada paso dado que no me soporto a mí mismo, eso a ellos no les importa claro, no quieren a un soberano ni su objetivo real es darme satisfacción a mí, sino luchar por lo que ellos creen que es correcto.
Bueno no les he hablado de ellos, y no tengo idea de cómo expresarme exactamente porque son algo extraños, son como gente muy salvaje pero de un linaje salvado y severamente cuidado, son algo torpes pero en lo que respecta a hacer respetarse son los ganadores de cualquier pelea y esa es la razón de mi existencia en este lugar, ellos saben que yo los considero unos enfermos mentales, pero también tengo mi grado de respeto, mi lugar en esta base inubicable y aunque alejado de los míos me hacen sentir una paz interior dándome a entender que ellos son ahora parte de mi familia, y es que la atmósfera aquí me hizo entender desde el comienzo que no iba a poder negarme a sus caprichos y que iba a tener que jugar su juego.
No me obligaron a nada, es más no me dijeron mucho solo me dijeron que cree un sistema igual al que tenía en mi trabajo y que lo haga ya, luego me pidieron reparar algunas fuentes de señal para poder contactarse con todo y como por acto de magia tenían al supervisor y a la máquina más poderosa en el mundo a su disposición para hacer lo que yo al principio pensaba que eran fechorías, pero la verdad estas personas, que repito, no son normales, me han enseñado a ver la realidad del mundo.
Aún me cuesta distinguir lo que es traicionar a mi país pues estos últimos días he descubierto cosas terribles, lo que estas personas buscan no es asesinar gente inocente por doquier ni robar ni hacer destrozos de nuestro mundo como lo conocemos, son gente algo atrofiada sí, pero buscan justicia como cualquier persona que se entera de el alto grado de corrupción que existe entre nosotros.
Lamentablemente en su búsqueda de eliminarlo, terminan acabando también con todo lo que tienen a su paso, como si esto estuviese infectado por el mal que los rodea, solo buscan libertad, pero ¿esa será la manera?
No trato de fijarme mucho en sus cosas y si en mi trabajo, me encanta esto de los viajes a todo los países, lo de jugar a las fuerzas especiales y ser parte de un movimiento independiente, pero me duele mucho no tener a mi familia conmigo y eso es algo que nunca olvido, quisiera estar en casa con ellos, tengo dos niñas y una esposa maravillosa y a veces me pregunto si ellos me habrán olvidado, espero que no pues me han prometido traerlos conmigo muy pronto, o al menos me lo recuerdan un vez a la semana.
¿Qué será de toda esta gente inocente?, ¿quién más se sumará a la larga lista de perseguidores de mi alma?, jamás llegué a entender cómo fue que de un día a otro pase de ser ayudante del ser más poderoso de mi país a ser el peor de los cabecillas en el mundo, ellos piensan que yo me mande a mudar a formar un mundo de corrupción, si hubiera alguien a quién acudir entenderían que no soy yo el de la corrupción.
Si me encontrasen aquí no solo no se demostraría la autodestrucción de la definición de libertad, democracia y destrucción, sino que matarían a toda esta gente noble que solo lucha por salvar a todos y luchar por el reencuentro del humano tal como es.
Lamento no poder hablar más hoy, nos pondremos en contacto, viene mi compañero, tenemos mucho que resolver hoy.
Espero que entiendan que a veces suceden cosas que tienen la apariencia de ser siniestras pero no buscan más que unidad y libertad.
Agradezco que me hayan escuchado, creo que el desfogarme me ha ayudado a entender esto, adiós.

(Retirando señal…, re direccionando el servidor con destino a…)

Esto es privado, lo siento.
3, 2, 1.

(Apagado sistema de conexión mundial).

sábado, 2 de enero de 2010

Tan difícil de superar


Esta es la historia de un hombre atacado por la sociedad, un hombre que no encontró paz en nadie más que en sí mismo, asediado por el maltrato de los que querían enriquecerse de cariños ajenos quitándole la posibilidad de sentirse amado o quien sabe, tan solo escuchado.
Este hombre la verdad que lo poco que obtuvo, fue porque su corta atmósfera de vida le mostró un solo camino, el camino en su vida le fue mostrando que la vida para él no existía más que en lugares alejados a su realidad, en paranoia y locura, que es lo que en consecuencia consiguió.
Esta ya fue demasiada introducción, así dejaré que se imaginen el resto aunque es un poco más terrible de lo que podría aparentar, un personaje así sería normal pero debería haber algo especial en él para que me sienta obligado a contarte está historia, algo más fuerte que cuando quedó invalido porque un corto de mente, como lo era su primo, lo empujó de la escalera, superior a esa vez que cuando era bebé y lo hacían llorar a propósito para que su madre lo golpeara hasta desmayarlo o cuando lo espantaron en la ducha y se cayó y le salió un hematoma en la cabeza.
Su vida ha sido terrible pero un suceso fue lo que marcó su nefasta existencia, la vida en la sociedad.
Que más puede ser tan destructivo para una persona que dañar su alma, hacer polvo un corazón de hombre noble y sin explicación torturar su mente haciéndole creer que es un discapacitado, incapaz de tomar decisiones y verse obligado a llevar una vida controlado por titiriteros de un circo del cual el mundo era espectador.
Su vida fue un espectáculo de mala vibra, suerte, racha o como quieran llamarlo, pero lo llevaron a la más fea de las representaciones, y él inerte y como fue acostumbrado, incapacitado para las decisiones, no representaba un problema, el objetivo de su vida era generar satisfacción en la sucia familia de la cual él penosamente formaba parte, no sabía lo que hacía pero por lo que veía, caras de satisfacción sin detectar la burla pues era de alma blanca, se sentía satisfecho su vida era eso, pensaba que era bueno llorar y sentirse mal ante los demás, dar esa suerte de pena delante de todos y ser el centro de la atención mientras se retorcía de dolor por algo puesto en su comida o por los duros golpes de su hermano, el guapo de la familia y de inquebrantable corazón.
¡Ay! Su hermano, un caso en la vida de el pobre, pero fuera de todo, este desalmado era el favorito de sus padres, al que todo le daban y dado que la familia no escatimaba en gastos pues el dinero no les era esquivo, todo recibia él, mientras que él discapacitado,solo ruinas podía ver.
Claro que todo tiene un límite, pero lamentablemente esta era una excepción, posiblemente haya escapado una risa al escuchar esto pero es así una vida llena de burla, llena de desacreditaciones y en plena búsqueda de la satisfacción mediante la tortura a alguien tan verdadero.
¿Puedes creer que el día que me di cuenta de que esta era mi vida me fue muy dificil cambiar?

Gerardo Cuadros
Lic. Sociología y Psicología

jueves, 24 de diciembre de 2009

El día que se me acabó la navidad



Fue un día caluroso en el verano peruano, hemos sido capaces de resistir muchas cosas en realidad, pero este calor si era devastador.
Resultaba inusual el poco movimiento de la gente, pues en mi país “verano” significa algo más que playa, sol, arena y chicas bonitas, el verano nos trae las festividades de navidad y año nuevo.
No sabía que sucedía, pero me imaginaba que este año todo sería igual que el anterior, fue penoso entender que no sería así, pues esta vez nadie dio rienda suelta a su algarabía ni a sus locuras navideñas, nadie intentó festejar de manera abrumadora, nadie hacía compras, las tiendas cerraban temprano y de tanta impresión quise averiguar de que se trataba todo esto, pero sin respuesta estuve por un largo rato.
Comencé a hablar con la gente por las calles, pero todos se pasaban de largo, nadie me escuchaba, ni siquiera volteaba la mirada para mostrar indeferencia, no hacía gestos, realmente me sentí asustado, en casa, descubrí que mi familia se había ido de viaje, dejando una nota y sin despedirse.
Me dijeron que se iban del país porque se fueron a celebrar las fiestas, pues en el nuestro la navidad había dejado de existir a partir del presente.
No me llevaban pues el dinero en mi familia es escaso, bueno tenemos lo suficiente para subsistir y darnos algunos gustos, pero no lanzarnos al como sea a un viaje sin retorno asegurado, y dado que yo nunca respete la navidad porque siempre la vi innecesaria y con una alegría tortuosamente falsa y comercial, dejaron una carta diciéndome que todo había sido planeado de ultimo momento y me mintieron diciendo que no tenían dinero para llevarme a mí.
Yo acepté eso, no celebrar la navidad para mí no debería ser un problema, no creo en esas cosas desde muy pequeño cuando me hicieron ver que la navidad solo era una época más, que no debía ser bien tratada pues solo generaba avaricia y tacañería, yo siempre he sido fiel a lo que decía mi abuelo pero hace dos años él ha muerto y fue el año pasado que me chocó tanto no poder “no celebrar” las fiestas junto a él.
Como que los dos solos nos hicimos una pequeña tradición.
Ese año me encerré en mi cuarto y me acurruqué en una esquina deseando con todo mi corazón que la navidad nunca más exista en mi vida, que me sea esquiva y que sea fuerte, y que todos celebren la “no navidad” conmigo, pues quería generar el desinterés en la gente.
Salí de mi casa pues estaba solo y decidí hacer unas compras, de paso visitar a algunos amigos de la preparatoria que no veía desde que ingresé exitosamente a la universidad a estudiar medicina, sí que me preparé, me costó demasiado y es algo ahora de lo que siempre estaré orgulloso.
Creo que está claro que soy una persona bastante dedicada a lo suyo, y siempre soy reconocido por mi mérito en el estudio y en cumplir con alta capacidad y destreza todas las diligencias, pero siempre el afecto y cariño de mis cercanos… y no tan cercanos han sido escasos, sobre todo ahora sin mi abuelo y peor en esta fecha una vez más como el año pasado me siento asqueroso.
Fui de visita a casa de mis compañeros pero uno estaba enfermo, otro no me pudo abrir sus puertas porque estaba en una urgente llamada de noviecita y mi mejor amigo se fue de viaje, no podía creerlo nadie estaba para mí, ni siquiera me dieron ganas de hacer mis compras para esta fecha y estaban a punto de cerrar el súper.
Me senté en la vereda de la casa de Alfredo, el último de los amigos que les comenté que fallidamente visité, traté de reflexionar y me di cuenta que no podía tener tanta mala suerte y que cuando el año pasado pedí que se me exilie del mundo navideño, sucedió que alguien me cumplió el deseo.
Tengo orgullo, pero creo que en este momento, en el que me siento tan solo y abandonado, pueda darle la espalda a la razón.
Creo que he sido castigado por la navidad, por creerle a un viejo testarudo que fue maltratado en su niñez y no olvidar jamás que más importante es ser bueno que malo, pero solamente en su teoría, pues me alejé de poner en práctica el amor que llevo dentro para compartirlo conmigo mismo, y no lo entregué ni lo compartí con nadie más.
Siempre me equivoqué en algo, pues me he dado cuenta que a partir de hoy mi alma se quedó sin navidad, por no entender que no existe la avaricia mientras hayan ganas de dar, y estar agradecidos porque el corazón siempre es el que puede más.
Nunca volví a pertenecer a esta fecha, me borraron del calendario y de la vida de las personas cada época navideña.
La soledad fue insoportable al verme castigado, por no saber distinguir la avaricia de la generosidad.

jueves, 26 de noviembre de 2009

El despertar del Scroux



Fuerza, cobardía; escapar o enfrentarme a todo.
Sólo un tonto podría quedarse a ver esta terrible masacre y humillación.
A vista de todos doy una imagen en la que sé que no sería real si existiera peligro.
Una bestia que no para de dar palizas a los más débiles buscando el reconocimiento general, es obvio que no para mi satisfacción es que me enviaron a esta extraña misión, pues he sido elegido para una lucha contra un ser que es para muchos aún, desconocido.
Esta podría ser una terrible bestia, capaz de desencadenar su furia contra un triste, pobre mentiroso, el cual acepto y no con orgullo ser.
Le han dado el nombre de un antiguo guerrero del cual me nombraron sucesor y del cual también sigo su doctrina hasta estos días, se hace llamar el “Scroux”.
Los guerreros en esta parte del reino son extremadamente fieros y despiadados, y ciertos mitos nos hacen conocidos en el mundo que habitamos como inmortales.
Cada guerrero destacado, al término de sus entrenamientos básicos recibe un nombre nuevo que es otorgado por el mismo rey, y a pesar de que no pertenezco a la dinastía o poseo un linaje de sangre pura, mis abusos, mentiras y el hecho de aprovechar mis oportunidades acabando y dando muerte a los guerreros de reputación cuestionada y que no cuentan con mucha habilidad, fui erróneamente nombrado como “Life-crusher”.
En la cima de los montes más altos al noroeste del reino, una zona muy alejada del campamento principal, se rumoreaba que era ahí el lugar habitado por el Scroux, sus descripciones muy vagas no me dejaban en claro, su forma o naturaleza, si era humano o una bestia, si tenía alguna otra arma que una espada y un escudo, si era un mago escapando y buscando su salvación personal.
No lo sé, no me lo dicen y estoy seguro de ellos no lo precisan.
Pasado un tiempo desde la encomienda que se me otorgo, que recuerdo que era traer la cabeza del legendario Scroux, me decidí por tomar mis pertenencias y planear una también legendaria huída.
Al recibir el obsequio del rey para mi misión, que era un caballo que era de mejor familia de lo que yo podría imaginar ser, até mis pertenencias, me subí y me detuve un momento en la salida que daba para los montes.
Me detuve porque quería pensar en lo que hacía, mi futuro y mi honor.
Si me iba y no regresaba jamás, quedaría como el legendario guerrero que mantuvo una feroz batalla con el semidiós, muriendo en la honorable ley de guerrero con inquebrantable valor.
Lo iba a hacer, estaba en mis planes, pero mi corazón no dejaría que mi reino se siga viendo amenazado por este ser, y aunque parezca nuevamente miedoso debo hacerles saber que en estos momentos campamentos bárbaros bordean muchos sectores de mi reino y están dispuestos a sabotear y asesinar a cada persona o caravana que se atreva a cruzar o rondar por sus límites, puestos y marcados por ellos mismos, con cuerpos humanos ya en estado de putrefacción.
Lo peor de todo era que yo ni siquiera cuento con una caravana, siento que me mandan al desvío, y peor aún, ellos no saben realmente a quien mandan.
Solo me quedaba una salida del reino y era por los malditos montes del noroeste.
No había otra opción, tenía que enfrentar al enigmático Scroux o era hora de declarar mi falta y mentira, y peor aún aceptar una terrible humillación.
En mi reino una actitud o una muestra de cobardía de esa calaña solo se pagaba con la pena de muerte y si de morir se trata prefiero dejar un recuerdo aceptable para los que conocieron mi nombre.
Imposible, yo no podría, no lo haría, así que correré el riesgo y acamparé unos días por ahí, una buena espada, mi corcel, un escudo y mi sentido de ubicación serían suficientes para emprender mi viaje, trataré de demostrar que el tal Scroux no es más que un mito, que no merece la preocupación de mi reino.

Han pasado ya dos semanas en las cuales el guerrero ha salido en busca de esta desconocida y enigmática bestia, que bien podría ser tan solo un simple humano pero eso es algo que aún nadie sabe.
No costará mucho descubrirlo.


La leña no ha sido fácil de encontrar en este monte, los árboles escasean mucho y la madera seca se me dio solo en una parte escondida al pie del monte.
Las fogatas me mantenían despierto hasta largas horas de la noche, pensando que mi destino no sería otro que el de la muerte, cada día me sentía más convencido de que el Scroux existía, y no me costaba tanto imaginar o soñar su verdadero ser, tenía terribles pesadillas cada noche desde que comencé a acampar por estos alrededores, como si la temible bestia controlara mis sueños.
Necesito compañía pues las cosas por aquí en la tormentosa y fría montaña se ponen cada vez más difíciles y tortuosas.
Hace un par de días siento que algún ser me vigila, como que está a la expectativa de que algo suceda conmigo, de saber cual es mi propósito aquí.
Pensé haberlo visto una vez mientras me tomaba un descanso, decidí no acercarme mucho pues había dejado mi espada y mi caballo cuando decidí ponerme al tanto, logré ver una sombra, pero como no logré descifrarlo me propuse imaginar que era tan solo un animal escurridizo y fastidioso.
Siguen pasando los días y frente a otro tipo de males me he puesto a prueba en este monte, animales despiadados que tuve que matar y comer para sobrevivir aquí.
Ya por la cima del monte nada veía aproximarse, al voltear encontré al ser que me estuvo vigilando, le dije sin conocerlo que regresaba a casa pues había demostrado que ese tal Scroux no existía y regresaría a mi reino, para contar todo lo que sucedió en mi larga y despiadada travesía.
A la cual de seguro iba a añadir espectaculares eventos, todos falsos obviamente.
Este hombre encapuchado y que no dejaba mostrar su rostro, escondido sin razón aparente, no me dejó ir, pues llevaba una especie de bastón que en el momento en que comenzó a hablar, lo único que pude descifrar de todo lo que dijo era que fue un mago en su antigüedad y traía un báculo que podría hacer despertar a la bestia, la cual él llamaba Mohaed-zir-Ranzus.
Al dirigirme la palabra me comentó que esperaba al guerrero legendario y al verme acampar tuvo sus dudas, pero ahora que me veía llegar aquí me dijo que tenía que ser yo, pues muchos habían intentado llegar hasta el monte y que habían muerto en el intento.
Se dio a conocer como el guardián de la bestia mítica, y en ese momento me reveló que yo era el responsable de aniquilar al Scroux.
Me moralizó y como pudo me preparó, yo me convencí también a mi mismo de que era mi deber pues al parecer el destino me había enviado a este preciso espacio y lugar.
Luego de decirme que todo saldría bien, comenzó a murmurar una palabras que no logré escuchar, cada segundo que pasaba hablaba más rápido y comenzó a gritar.
La tierra comenzó a temblar fuertemente y el monte se comenzó a partir dejando salir a una bestia de enormes extremidades, alas gigantescas, una cola con escamas muy filosas, y bueno era aterradora, era el Scroux, era Mohaed-zir-Ranzus, era un dragón que nadie esperaba y aún yo mismo no me explicaba como era el elegido para llevar la cabeza de algo que mis ojos no me permitían ver completamente.
El mago vagabundo intento controlar a la bestia y alzó la mano invocándola, pero esta solo respondió comiéndoselo entero.
No lo podía creer, que hacía yo pintado en este cuadro, debía alejarme, pero cuando lo intenté, esta enorme y temible bestia me rodeó, pude jurar en ese momento que me veía solo como su alimento, pero al verme cambio su semblante y sus ojos que eran dos zafiros brillantes y preciosos.
Al mirarme y yo mirarla a ella, solo respondí acercándome a su rostro y ella me dio la señal de treparme en su cuello, yo la monte y ella me hizo sentir el elegido, brillábamos juntos y cuando el día se puso ella y yo nos fuimos del mundo a crear una historia que tal vez un día les pueda contar.

El guerrero y el dragón dejaron la mítica historia y crearon una nueva leyenda en el reino, nuevos guerreros nacieron pero nadie nunca pudo superar el recuerdo de aquel hombre que domo a la bestia y salvó al reino del miedo y el mal.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Infortunio enloquecedor




Harto de las imperfecciones de la vida, me temo que los días que pasen a partir de hoy serán de mucho sufrimiento, revolcaré mi pésima suerte para crear un terror interior y para mis semejantes.
¿Será que hombres como yo no pueden lograr la superación y solo generan destrucción?
Y es que a donde voy algo malo y exageradamente lejano a lo que se llama fortuna sucede.
Quisiera cambiar eso, quisiera poder pero aún no puedo encontrar la manera, y el esfuerzo que se ve cada día más desvanecido como por actos mágicos me convierte de nuevo en el objetivo de los sucesos de final desastroso.
Caminando por senderos iluminados, mi mente solo siente como se van apagando las luces y me desvanezco, hasta el punto de entender que también se apaga la luz de un alma desolada.
¿Cómo conseguir ese giro a mi vida o cómo buscar el rumbo de mi fortuna?
Pues no lo sé y sé que todos los días me derrumbaré y me saldré del camino que siempre fracasando, intento esculpir.
Horrendo, desatinado, sin alma ni coraje, es así como me describo, un hombre poco común al cual lo persigue una lluvia de sal a cada paso de su camino.
El auto de mi vida se salió de su corriente, de aquella autopista que me daba seguridad.
Desbordé y acabé con algo que no tuvo un inicio fijado, siempre ha sido así, Dios me inventó así y así me quedaré, como no creer en la suerte cuando mi vida siempre ha sido atentada por su terrible e inminente furia.
Un hombre visto desde un punto de vista apartado, la gente cada vez se va alejando más de mí por mis infortunios, pues las personas que me rodean siempre se verán afectada por mi terrible presencia.
Acabado y maldecido por cuanta deidad o divinidad exista en nuestro mundo y aunque mis creencias aparten esto de mis conocimientos o seguimientos en base a la fidelidad y al conocimiento de todas las religiones, sé que rondan por ahí, tratando de hacerme pasar un muy mal rato, jugarme una treta o tan solo ponerse a adivinar o descifrar el momento de mi cruel muerte.
Y para no darles el gusto ni darles por su lado, prefiero no seguir este horrendo curso que lleva mi vida.
Creo que es hora de callarle esa sórdida risa a los que empujan y llevan a cabo todo esto, es hora de borrarle el dibujado gesto de felicidad maltratada a estos seres que buscan mi fracaso.
El siempre conocido como “salado” acabará con su vida para el deleite personal, sin pensar en las consecuencias ni en que pasará en el más allá.
Pues ahora me toca a mí hacerle la vida imposible a cuanto ser se cruce en mi nuevo camino.