Red Bull Music Academy Radio

jueves, 26 de noviembre de 2009

El despertar del Scroux



Fuerza, cobardía; escapar o enfrentarme a todo.
Sólo un tonto podría quedarse a ver esta terrible masacre y humillación.
A vista de todos doy una imagen en la que sé que no sería real si existiera peligro.
Una bestia que no para de dar palizas a los más débiles buscando el reconocimiento general, es obvio que no para mi satisfacción es que me enviaron a esta extraña misión, pues he sido elegido para una lucha contra un ser que es para muchos aún, desconocido.
Esta podría ser una terrible bestia, capaz de desencadenar su furia contra un triste, pobre mentiroso, el cual acepto y no con orgullo ser.
Le han dado el nombre de un antiguo guerrero del cual me nombraron sucesor y del cual también sigo su doctrina hasta estos días, se hace llamar el “Scroux”.
Los guerreros en esta parte del reino son extremadamente fieros y despiadados, y ciertos mitos nos hacen conocidos en el mundo que habitamos como inmortales.
Cada guerrero destacado, al término de sus entrenamientos básicos recibe un nombre nuevo que es otorgado por el mismo rey, y a pesar de que no pertenezco a la dinastía o poseo un linaje de sangre pura, mis abusos, mentiras y el hecho de aprovechar mis oportunidades acabando y dando muerte a los guerreros de reputación cuestionada y que no cuentan con mucha habilidad, fui erróneamente nombrado como “Life-crusher”.
En la cima de los montes más altos al noroeste del reino, una zona muy alejada del campamento principal, se rumoreaba que era ahí el lugar habitado por el Scroux, sus descripciones muy vagas no me dejaban en claro, su forma o naturaleza, si era humano o una bestia, si tenía alguna otra arma que una espada y un escudo, si era un mago escapando y buscando su salvación personal.
No lo sé, no me lo dicen y estoy seguro de ellos no lo precisan.
Pasado un tiempo desde la encomienda que se me otorgo, que recuerdo que era traer la cabeza del legendario Scroux, me decidí por tomar mis pertenencias y planear una también legendaria huída.
Al recibir el obsequio del rey para mi misión, que era un caballo que era de mejor familia de lo que yo podría imaginar ser, até mis pertenencias, me subí y me detuve un momento en la salida que daba para los montes.
Me detuve porque quería pensar en lo que hacía, mi futuro y mi honor.
Si me iba y no regresaba jamás, quedaría como el legendario guerrero que mantuvo una feroz batalla con el semidiós, muriendo en la honorable ley de guerrero con inquebrantable valor.
Lo iba a hacer, estaba en mis planes, pero mi corazón no dejaría que mi reino se siga viendo amenazado por este ser, y aunque parezca nuevamente miedoso debo hacerles saber que en estos momentos campamentos bárbaros bordean muchos sectores de mi reino y están dispuestos a sabotear y asesinar a cada persona o caravana que se atreva a cruzar o rondar por sus límites, puestos y marcados por ellos mismos, con cuerpos humanos ya en estado de putrefacción.
Lo peor de todo era que yo ni siquiera cuento con una caravana, siento que me mandan al desvío, y peor aún, ellos no saben realmente a quien mandan.
Solo me quedaba una salida del reino y era por los malditos montes del noroeste.
No había otra opción, tenía que enfrentar al enigmático Scroux o era hora de declarar mi falta y mentira, y peor aún aceptar una terrible humillación.
En mi reino una actitud o una muestra de cobardía de esa calaña solo se pagaba con la pena de muerte y si de morir se trata prefiero dejar un recuerdo aceptable para los que conocieron mi nombre.
Imposible, yo no podría, no lo haría, así que correré el riesgo y acamparé unos días por ahí, una buena espada, mi corcel, un escudo y mi sentido de ubicación serían suficientes para emprender mi viaje, trataré de demostrar que el tal Scroux no es más que un mito, que no merece la preocupación de mi reino.

Han pasado ya dos semanas en las cuales el guerrero ha salido en busca de esta desconocida y enigmática bestia, que bien podría ser tan solo un simple humano pero eso es algo que aún nadie sabe.
No costará mucho descubrirlo.


La leña no ha sido fácil de encontrar en este monte, los árboles escasean mucho y la madera seca se me dio solo en una parte escondida al pie del monte.
Las fogatas me mantenían despierto hasta largas horas de la noche, pensando que mi destino no sería otro que el de la muerte, cada día me sentía más convencido de que el Scroux existía, y no me costaba tanto imaginar o soñar su verdadero ser, tenía terribles pesadillas cada noche desde que comencé a acampar por estos alrededores, como si la temible bestia controlara mis sueños.
Necesito compañía pues las cosas por aquí en la tormentosa y fría montaña se ponen cada vez más difíciles y tortuosas.
Hace un par de días siento que algún ser me vigila, como que está a la expectativa de que algo suceda conmigo, de saber cual es mi propósito aquí.
Pensé haberlo visto una vez mientras me tomaba un descanso, decidí no acercarme mucho pues había dejado mi espada y mi caballo cuando decidí ponerme al tanto, logré ver una sombra, pero como no logré descifrarlo me propuse imaginar que era tan solo un animal escurridizo y fastidioso.
Siguen pasando los días y frente a otro tipo de males me he puesto a prueba en este monte, animales despiadados que tuve que matar y comer para sobrevivir aquí.
Ya por la cima del monte nada veía aproximarse, al voltear encontré al ser que me estuvo vigilando, le dije sin conocerlo que regresaba a casa pues había demostrado que ese tal Scroux no existía y regresaría a mi reino, para contar todo lo que sucedió en mi larga y despiadada travesía.
A la cual de seguro iba a añadir espectaculares eventos, todos falsos obviamente.
Este hombre encapuchado y que no dejaba mostrar su rostro, escondido sin razón aparente, no me dejó ir, pues llevaba una especie de bastón que en el momento en que comenzó a hablar, lo único que pude descifrar de todo lo que dijo era que fue un mago en su antigüedad y traía un báculo que podría hacer despertar a la bestia, la cual él llamaba Mohaed-zir-Ranzus.
Al dirigirme la palabra me comentó que esperaba al guerrero legendario y al verme acampar tuvo sus dudas, pero ahora que me veía llegar aquí me dijo que tenía que ser yo, pues muchos habían intentado llegar hasta el monte y que habían muerto en el intento.
Se dio a conocer como el guardián de la bestia mítica, y en ese momento me reveló que yo era el responsable de aniquilar al Scroux.
Me moralizó y como pudo me preparó, yo me convencí también a mi mismo de que era mi deber pues al parecer el destino me había enviado a este preciso espacio y lugar.
Luego de decirme que todo saldría bien, comenzó a murmurar una palabras que no logré escuchar, cada segundo que pasaba hablaba más rápido y comenzó a gritar.
La tierra comenzó a temblar fuertemente y el monte se comenzó a partir dejando salir a una bestia de enormes extremidades, alas gigantescas, una cola con escamas muy filosas, y bueno era aterradora, era el Scroux, era Mohaed-zir-Ranzus, era un dragón que nadie esperaba y aún yo mismo no me explicaba como era el elegido para llevar la cabeza de algo que mis ojos no me permitían ver completamente.
El mago vagabundo intento controlar a la bestia y alzó la mano invocándola, pero esta solo respondió comiéndoselo entero.
No lo podía creer, que hacía yo pintado en este cuadro, debía alejarme, pero cuando lo intenté, esta enorme y temible bestia me rodeó, pude jurar en ese momento que me veía solo como su alimento, pero al verme cambio su semblante y sus ojos que eran dos zafiros brillantes y preciosos.
Al mirarme y yo mirarla a ella, solo respondí acercándome a su rostro y ella me dio la señal de treparme en su cuello, yo la monte y ella me hizo sentir el elegido, brillábamos juntos y cuando el día se puso ella y yo nos fuimos del mundo a crear una historia que tal vez un día les pueda contar.

El guerrero y el dragón dejaron la mítica historia y crearon una nueva leyenda en el reino, nuevos guerreros nacieron pero nadie nunca pudo superar el recuerdo de aquel hombre que domo a la bestia y salvó al reino del miedo y el mal.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Infortunio enloquecedor




Harto de las imperfecciones de la vida, me temo que los días que pasen a partir de hoy serán de mucho sufrimiento, revolcaré mi pésima suerte para crear un terror interior y para mis semejantes.
¿Será que hombres como yo no pueden lograr la superación y solo generan destrucción?
Y es que a donde voy algo malo y exageradamente lejano a lo que se llama fortuna sucede.
Quisiera cambiar eso, quisiera poder pero aún no puedo encontrar la manera, y el esfuerzo que se ve cada día más desvanecido como por actos mágicos me convierte de nuevo en el objetivo de los sucesos de final desastroso.
Caminando por senderos iluminados, mi mente solo siente como se van apagando las luces y me desvanezco, hasta el punto de entender que también se apaga la luz de un alma desolada.
¿Cómo conseguir ese giro a mi vida o cómo buscar el rumbo de mi fortuna?
Pues no lo sé y sé que todos los días me derrumbaré y me saldré del camino que siempre fracasando, intento esculpir.
Horrendo, desatinado, sin alma ni coraje, es así como me describo, un hombre poco común al cual lo persigue una lluvia de sal a cada paso de su camino.
El auto de mi vida se salió de su corriente, de aquella autopista que me daba seguridad.
Desbordé y acabé con algo que no tuvo un inicio fijado, siempre ha sido así, Dios me inventó así y así me quedaré, como no creer en la suerte cuando mi vida siempre ha sido atentada por su terrible e inminente furia.
Un hombre visto desde un punto de vista apartado, la gente cada vez se va alejando más de mí por mis infortunios, pues las personas que me rodean siempre se verán afectada por mi terrible presencia.
Acabado y maldecido por cuanta deidad o divinidad exista en nuestro mundo y aunque mis creencias aparten esto de mis conocimientos o seguimientos en base a la fidelidad y al conocimiento de todas las religiones, sé que rondan por ahí, tratando de hacerme pasar un muy mal rato, jugarme una treta o tan solo ponerse a adivinar o descifrar el momento de mi cruel muerte.
Y para no darles el gusto ni darles por su lado, prefiero no seguir este horrendo curso que lleva mi vida.
Creo que es hora de callarle esa sórdida risa a los que empujan y llevan a cabo todo esto, es hora de borrarle el dibujado gesto de felicidad maltratada a estos seres que buscan mi fracaso.
El siempre conocido como “salado” acabará con su vida para el deleite personal, sin pensar en las consecuencias ni en que pasará en el más allá.
Pues ahora me toca a mí hacerle la vida imposible a cuanto ser se cruce en mi nuevo camino.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Amar significa...



Es gracioso no tener idea a veces de que significan algunas palabras, me refiero en principio de mi estudio a cualquier tipo de palabra o cosa, una frase ambigua o acción con poco sentido. Me da gracia porque dudar es una acción común de todo ser humano y a veces nuestra duda llega tronar nuestros sentidos.
En cuanto a ese tipo de palabras digamos que hay una en especial que me preocupa mucho, estoy casi seguro que lo tengo pero…
Veamos, el Amor, si se me permitiese decir algunas palabras, ¿creo que es algo que te da como una suerte de felicidad?
Pero entonces, ¿por qué hay tanta gente que se lamenta de sus amoríos inesperados y desilusiones de gran magnitud?
Entonces no trata solo de eso, ¿verdad?
Debe tener otro fin, algo que hace que me dé más curiosidad, quisiera de verdad saberlo pero veamos, sigamos pensándolo.
Hay hombres que dan todo por amor, o ¿solo lo dicen por decirlo?, pero bueno el punto es que ellos lo piensan y para dar todo por algo debe ser que eso que se ama debe ser algo invaluable, pero otra vez tengo una duda, ¿si un hombre ama a una mujer quiere decir que yo también debo amarla y hacer así un círculo vicioso de amor?
Creo que no es así, dándome cuenta de esto, creo que las personas idolatramos seres en particular que para nuestro pensamiento o fin por decirlo exageradamente si son invaluables y están en calidad de inamovibles de su vida, pero en ese caso, ¿cómo es posible que algunos no logren obtener el amor de sus vidas?
Entonces, el amor no está en todos, solo en los que tienen suerte o en los que lo buscan más que otros, ¿estoy en lo cierto?
Siento que otra vez me equivoco, y de veras me hace sentir mal, pero esto no puede detenerme debo continuar, debo entender que significa esto.
Cuando algunos dicen que el amor de un padre es distinto al de pareja, ¿por qué es así, será por que no podemos relacionarnos con la familia?
Si todo esto tomase ese destinatario entonces, ¿me daría a entender que las parejas se aman por un efecto en su mayoría carnal?, y si así fuese, ¿qué es lo que sucede con los que se juran amor eterno, no se aburrirían nunca, solo sería sexo?, creo que no es así, entonces vuelvo a cero.
Haciendo un recuento de todo esto, he llegado al punto de decir que no tengo ni la menor idea, me sigue dando gracia esto, es tan ridículo que una palabra tan chica no se pueda explicar de ninguna manera.
Si el diccionario me dice algo que solo un genio podría entender, lleno de tantas abreviaciones y de tantas acepciones, creo que no es correcto dejárselo a un diccionario.
Solo sé, por experiencia propia, que el amor, a lo que me refiero el día de hoy, fuera de todas las descripciones sin sentido y sin animación, que tiene una sola acepción que es un conjunto de cosas.
Para mí el amor es algo que te hace estallar, que te hace gritar y sin sentido ponerte a llorar, es algo que no tiene explicación, porque el amor no se controla, es más algo que nos controla a nosotros mismos, llegando a dejarnos sin respiración y sin la capacidad de razonar, no te deja decir ni pensar ni opinar, te quita ciertas facultades, te quita hasta las ganas de dormir o de comer, te puede quitar hasta las ganas de reír o de hablar, pero óiganme bien, pues lo que el amor jamás les va a quitar son las ganas de siempre seguir queriendo más.

Alma confundida



Frustrado y metido en mi mundo como suelo acostumbrar, me dispuse a romper las memorias de aquel hombre melancólico que solía ser, tomé cartas en la situación de mi vida.
Prendí el televisor y vi el noticiero de las 12 en el canal 8, no suelo hacerlo pero de cierta forma me sentí comprometido con lo que sucedía en las cercanías del lugar.
Fue entonces que una mala noticia llamó mi atención, dos cobardes habían secuestrado a un hombre con una descripción que a mi parecer se me hizo muy peculiar, no escuche su nombre ni pude ver su rostro, pues en ese momento me distraje porque parecía que el chico era de la zona y yo quería averiguar quien rayos era.
En ese momento algo me llamó a salir por la ventana y vi que dos hombres, los cuales habían sido identificados como los autores directos de aquel secuestro, se estacionaban frente a mi casa, en la vereda opuesta en una lujosa camioneta 4x4 y llevaban consigo un paquete muy pesado, tocaron la puerta de la casa de los Andersson, una familia muy rica y muy adinerada, y dejaron el paquete dentro, a cambio de una jugosa suma de dinero.
En ese preciso momento, sin tener yo intención alguna, mi cuerpo se movió forzándome a seguirlos de manera tempestiva.
Al bajar las escaleras encontré a mi madre llorando en la sala, yo imaginé que sería por la fuerte riña que tuvimos al empezar el día y decidí no molestarla en ese momento, fue algo muy fuerte que me obligo a largarme de la casa por un buen rato.
Al salir a la calle me di con la sorpresa de que ellos ya habían escapado, pero era obvio que ahora los verdaderos secuestradores eran nuestros vecinos, los Andersson, que mandaron sicarios a realizar el trabajo sucio.
Me asomé a su cochera y tuve la suerte de poder sacar el seguro sin problemas, parecía que tenía complejo o madera para ser una especie de ladrón, habían muchos paquetes gigantes como el que había visto hacía ya un rato y por el olor, asqueroso por cierto, deduje rápidamente y sin esfuerzos que se trataban de personas, ¡y muchas!
No lo dudé y me dispuse a abrir los paquetes.
¡Demonios!, eran personas a las cuales les faltaba algo del cuerpo y se les notaba un maltrato monstruoso al haberles quitado algún órgano y/o extremidad, lo raro era que al ver bien los paquetes encontraba en cada uno de ellos una bolsa que contenía cada parte sustraída de los sujetos.
En un momento dado un silencio total invadió el lugar, se escuchaban pasos en el corredor y de pronto el chillido ensordecedor de la vieja puerta de la cochera.
Me lancé al suelo y con suerte incluida encontré un gran escondite.
El señor Andersson se asomó por los ruidos provocados en la cochera y luego retornó a sus respectivas actividades al darse cuenta que nada había sucedido.
Yo seguía revisando hasta que me encontré algo inesperado.
¡Era mi cuerpo!, y mis ojos se encontraban en una bolsa plástica sucia y ordinaria, no pude evitarlo, me eché para atrás y comprendí el porque de mis impulsos de venir aquí.
Salí corriendo despavorido de aquella casa de asquerosos y repugnantes seres, no sin antes encontrar una carta que se me cayó al suelo que decía:

“Hemos completado el trabajo señor Andersson, cada victima con un órgano al azar destituido de su cuerpo, separado y puesto a su merced, me despido adjuntándole aquí mis más cordiales gratitudes por la jugosa paga”.

Rogelio Machuca


No pude evitar mirarme en un reflejo, en aquella laguna del parque, cuando me di cuenta que mis ojos no estaban y mi cara estaba toda ensangrentada y maltratada.
Con la carta en mi poder y conocedor de mi triste muerte y mi no existencia en este mundo solo se me ocurrió una idea para hacer justicia.
Dejé la carta en la casa donde solía yo habitar, paseándola como un espectro por todo el vecindario, llamé la atención de mi madre y al verla llorar me di cuenta de que ella conocía sobre mi muerte y que esa era la causa de su sufrimiento.
Lamento tanto no haberme despedido, pero más lamento el haber partido en un momento tan doloroso como lo es el haberme peleado con ella.
Cuando mi padre nos dejó, fui lo único en la vida de mi madre, siempre nos llevamos bien y el pelearme con ella fue algo que a mí también me dolió.
Solo por no aceptar mi error al decirle que su vida sin mi era una maldita desolación.
Cuando todo esto se resolvió, y todos se dieron de cuenta de que yo había sido una de las tantas víctimas de los enfermos Andersson, me desvanecí.
Tal vez con el perdón de mi madre o sin él pero es algo que en particular yo jamás me perdonaré.
Llegó el momento en el que mi alma por fin descanso y de nuestro triste mundo desapareció.

Composición para el final de "La Pantera"



Pero eso no acababa con mis deseos de ver a esa bestia usurpadora de la totalidad de mis metas y me obligaba a dar un paso atrás en mis proyectos más próximos. Esas nuevas horas ocupadas rápidamente con mis deseos de superación quedaron atrás y regresé a la vida que me escondía del mundo. Me volví un antisocial con las personas e incluso me encerraba sólo para buscar a la pantera en mis más profundos pensamientos, tanto así que perdí varias posibilidades de trabajo, estudios y demás propuestas venideras con el paso del tiempo. Por una época lo dejé pero la necesidad de encontrarla me hizo retomar el camino de la búsqueda y volví a lo que yo llamaba “mi pasión”.

Tal vez necesité mejores amistades o más atención de mis padres pero en ese momento no me importó pues seguía con la ilusión de encontrar a aquella bestia, que sin tomar en cuenta en ese momento, me alejó de mis pasatiempos, de mis amigos y hasta de la cercanía de mis familiares, es decir me alejó de la vida real y no me permitió pisar tierra por gran tiempo. No me daba cuenta de la realidad, lo hablado a mis espaldas, en ese momento estaba totalmente desconectado del mundo y no demostraba interés en nada de lo que hacían o decían de mí pues al perder todo y entrar en razón, sabía de la imposibilidad de dar marcha atrás.

Al pasar un mes de mi distanciamiento de la realidad tomé conciencia de lo perdido y que si esto seguía avanzando no sólo abandonaría los momentos ya desperdiciados sino que perdería todo. Fue para mi un período de gran reflexión pues pude dejar atrás a la engañosa pantera que aprisionó mi vida y comencé, esta vez en serio, a retomar mi vida normal y fuera de ilusiones. Hice nuevas amistades y traje de nuevo esa armoniosa amistad con mis padres, aunque recordaba esa etapa de mi vida la supe olvidar, de tal manera que aprendí a ser más asertivo en mis decisiones y a saber cuáles son mis prioridades en la vida pues sólo el tiempo en cualquier circunstancia de la vida te muestra la realidad y la manera de cambiar para mejor. Y la verdad, fue el tiempo el factor que me ayudó a darme cuenta de la verdad y no sólo eso pues le dio la solución a mis problemas.

Ya solucionado todo esto hallé mi verdadera pasión, algo que siempre me gustó como lo es el cultivo de la letra y lo hice de forma que me animé a plasmar la fantasiosa experiencia con la etérea pantera que en un momento llegó a controlar mis sentimientos y mi vida. Lo supe plasmar y todo fue un real éxito. Publiqué mi libro y se convirtió pronto en uno de los mejores vendidos del año. Aquel libro publicado contenía mis secretos guardados sobre la hermosa bestia negra, esas historias que me reservé por un tiempo en lo más recóndito de mi memoria que demostraban el sueño loco por encontrarla y mi intento fallido al no poder tenerla, demostré mi frustración y mi satisfacción al dejar a la pantera. Creo hasta ahora que ese fue el éxito de mi historia, el expresar la totalidad de mis sentimientos hacia los demás mediante el libro, sin ningún tipo de secreto guardado entorpecedor de la total comprensión de mi rara anécdota. Fue una experiencia que claramente no podré olvidar y de seguro no habrá razón para hacerlo, dado que está pantera llegó a representar una droga incapaz de dejar pero demostrados el deseo de superación y el esfuerzo en la vida que te conducen a vencer cualquier obstáculo pude superarlo.

Aprendí mucho aquella época en la cual la proyección de mi sueño llegó a darme éxito en la vida. Algo que tal vez quise representar mediante el capricho en aquel entonces de la pantera y sólo lo revelé cuando tuve la claridad y convertí mis ideas en un libro. Sin pensarlo esa pantera me dio muchas cosas aunque llegaron tarde valió la espera, ahora tengo una vida normal y sigo viviendo con mi familia, siempre contando historias de la pantera y de mis aventuras fuera de serie con ella. Nunca olvidaré este fragmento de mi vida y espero ustedes tampoco olviden el relato contado.