
Pero eso no acababa con mis deseos de ver a esa bestia usurpadora de la totalidad de mis metas y me obligaba a dar un paso atrás en mis proyectos más próximos. Esas nuevas horas ocupadas rápidamente con mis deseos de superación quedaron atrás y regresé a la vida que me escondía del mundo. Me volví un antisocial con las personas e incluso me encerraba sólo para buscar a la pantera en mis más profundos pensamientos, tanto así que perdí varias posibilidades de trabajo, estudios y demás propuestas venideras con el paso del tiempo. Por una época lo dejé pero la necesidad de encontrarla me hizo retomar el camino de la búsqueda y volví a lo que yo llamaba “mi pasión”.
Tal vez necesité mejores amistades o más atención de mis padres pero en ese momento no me importó pues seguía con la ilusión de encontrar a aquella bestia, que sin tomar en cuenta en ese momento, me alejó de mis pasatiempos, de mis amigos y hasta de la cercanía de mis familiares, es decir me alejó de la vida real y no me permitió pisar tierra por gran tiempo. No me daba cuenta de la realidad, lo hablado a mis espaldas, en ese momento estaba totalmente desconectado del mundo y no demostraba interés en nada de lo que hacían o decían de mí pues al perder todo y entrar en razón, sabía de la imposibilidad de dar marcha atrás.
Al pasar un mes de mi distanciamiento de la realidad tomé conciencia de lo perdido y que si esto seguía avanzando no sólo abandonaría los momentos ya desperdiciados sino que perdería todo. Fue para mi un período de gran reflexión pues pude dejar atrás a la engañosa pantera que aprisionó mi vida y comencé, esta vez en serio, a retomar mi vida normal y fuera de ilusiones. Hice nuevas amistades y traje de nuevo esa armoniosa amistad con mis padres, aunque recordaba esa etapa de mi vida la supe olvidar, de tal manera que aprendí a ser más asertivo en mis decisiones y a saber cuáles son mis prioridades en la vida pues sólo el tiempo en cualquier circunstancia de la vida te muestra la realidad y la manera de cambiar para mejor. Y la verdad, fue el tiempo el factor que me ayudó a darme cuenta de la verdad y no sólo eso pues le dio la solución a mis problemas.
Ya solucionado todo esto hallé mi verdadera pasión, algo que siempre me gustó como lo es el cultivo de la letra y lo hice de forma que me animé a plasmar la fantasiosa experiencia con la etérea pantera que en un momento llegó a controlar mis sentimientos y mi vida. Lo supe plasmar y todo fue un real éxito. Publiqué mi libro y se convirtió pronto en uno de los mejores vendidos del año. Aquel libro publicado contenía mis secretos guardados sobre la hermosa bestia negra, esas historias que me reservé por un tiempo en lo más recóndito de mi memoria que demostraban el sueño loco por encontrarla y mi intento fallido al no poder tenerla, demostré mi frustración y mi satisfacción al dejar a la pantera. Creo hasta ahora que ese fue el éxito de mi historia, el expresar la totalidad de mis sentimientos hacia los demás mediante el libro, sin ningún tipo de secreto guardado entorpecedor de la total comprensión de mi rara anécdota. Fue una experiencia que claramente no podré olvidar y de seguro no habrá razón para hacerlo, dado que está pantera llegó a representar una droga incapaz de dejar pero demostrados el deseo de superación y el esfuerzo en la vida que te conducen a vencer cualquier obstáculo pude superarlo.
Aprendí mucho aquella época en la cual la proyección de mi sueño llegó a darme éxito en la vida. Algo que tal vez quise representar mediante el capricho en aquel entonces de la pantera y sólo lo revelé cuando tuve la claridad y convertí mis ideas en un libro. Sin pensarlo esa pantera me dio muchas cosas aunque llegaron tarde valió la espera, ahora tengo una vida normal y sigo viviendo con mi familia, siempre contando historias de la pantera y de mis aventuras fuera de serie con ella. Nunca olvidaré este fragmento de mi vida y espero ustedes tampoco olviden el relato contado.