Red Bull Music Academy Radio
domingo, 4 de abril de 2010
El fruto de mis recuerdos
La percepción de la ingenuidad de otros hoy me permite decirte que soy tan ignorante como aquellos que dan a conocer fácilmente sus carentes características de sapiencia, es por ello que no trato de generar alboroto ni demostrar soberbia cuando sé algo nuevo, porque en realidad no estoy seguro si es realmente nuevo, tal vez sea inseguridad pero en estos tiempos creo que ya todo lo que se debió descubrir está descubierto.
La mediocridad tal vez o mi suprema inseguridad ante la posible capacidad de conocimientos que tengan otros, tan solo ideas, ideas y más ideas que rondan por mi cabeza pero sin mayores intenciones de crear algo.
De más está explicarles mi trayectoria o mis estudios porque cualquiera los puede tener, bueno eso digo yo que soy el que genera esta discusión, que en realidad es tan solo conmigo mismo.
Algo confuso me levante hoy a mi parecer y ando diciéndoles estas cosas que no tienen mayor importancia para ustedes, tal vez lo que les importe de mi vida es algo más sustancial, y qué más sustancial puede haber que una vida amorosa accidentada que llene de sentimientos y emociones a los que puedan leerme como ustedes.
Lamento decepcionarlos hoy (risas), no tengo una vida amorosa accidentada, es más, yo creo que vendría a ser todo lo contrario, es algo extraño porque lo que no encontré en una vida llena de esfuerzos tales como mis estudios de ingeniería mis maestrías y doctorados que en este punto de mi vida puedo asegurar que no me sirvió de nada pero el amor para mí, un extraño ingeniero, viene a ser lo que le da los respiros a mi vida y aunque sean los últimos y que no cuenten a la par con éxitos profesionales, me dieron toda la vida que yo hubiese querido tener, mi esposa, mis hijos y mis nietos son el fruto más productivo que pude darle a esta vida llena de gente incapaz de darle al mundo una continuidad de gente que espere dar lo mejor de sí, de una manera humana e íntegra, les digo que mis últimos días son estos porque está enfermedad, producto de mi vejez, me hace olvidar cada vez más cosas y termina cada vez con mi vida de manera tal que el día final para mí será el día que los olvide a todos y de la desesperación generada por mi soledad en este mundo decida acabar conmigo mismo.
Los recuerdos que tengo de mi familia son todo y lo más valioso que tengo en esta vida, no sé qué haría sin mis recuerdos, aunque cada día son menos tengo aún la esencia de este lado de la vida que me sonrió, que me proporciono fuerzas para salir adelante por ellos, aunque con lo mínimo para asegurarme de que los que me rodearan tuvieran la capacidad suficiente para salir adelante sin óbices en su delante y lo logré o al menos la enfermera me lo hace creer cada día que viene a contarme la historia de mi vida una y otra vez, sentada a al lado de mi cama viniendo con mi dieta aligerada y pastillas que producto de mi enfermedad y otras cosas más debo tener siempre conmigo.
El alzhéimer es terrible sobre todo cuando este miedo que siento de perder a todos los que me quieren me somete a una depresión en la cual quiero dejar todo de lado y encomendarme hacía otros mundos.
Que engañosa y penosa enfermedad que padezco, que tristeza es la que siento pues hoy sin mi esposa al lado, que me dejó cuando la atacó un fuerte cáncer pero que puedo hacer, cada vez que trato de recordarla tienen que venir con antidepresivos para calmar mis ansias de tenerla a mi lado, y mi depresión y resignación, se vuelve todo tan terrible, tan frío, la soledad me embarga y cada día que pasa deben presentarme de nuevo gente que yo antes conocía, hasta amigos cercanos y mis hijos que me visitan a diario en este centro para ancianos.
Ya no me siento igual la vida se me escapa al igual que mis recuerdos, intento hacer mi mayor esfuerzo, ya no deseo muchas cosas más que saber que cada quién me recordará como el hombre que no quiso nada más, que darles una vida con sentido y amor en toda acepción que estas palabras puedan dar.
Esa era una historia de amor, amor a una esposa, amor a mis hijos y los frutos que estos dieron, amor a mis amigos más queridos y el amor a esta vida de la cual no me queda mucho más, que más que despedirme por hoy dándome cuenta que el final ya llegó porque me termine de dar cuenta que sí fui feliz y estos recuerdos no solo perdurará en mi mente sino en mi alma, que me acompañará a donde vaya no importa el lugar ni la situación.
No puedo decirles que tuve una vida mala porque aunque en otros aspectos me fue terriblemente, tuve y di todo lo que la vida me permitió, un regalo divino, que hoy me dice que termina y me permite juntarme de nuevo con mi verdadero amor.
Adiós.
… (sin signos vitales).
jueves, 1 de abril de 2010
Mi amor subjetivo

Tan abstracto que a veces no sé si es real, tus ideas deben ser ahora parte de mi olvido para poder ahora sí admitir que he sobrevivido. Calmo, pasivo y hasta inerte deben de ser mis actitudes frente a tus agravios, tus explicaciones y tu realidad, que no han hecho más que generar lamentos en mi ya aturdido corazón.
Desde el instante en que recuerdo cada palabra que salía de mi boca, cada acción que realizaba en esos precisos momentos o cada gesto que descubría en tu rostro al decirte que te seguía amando renovaban mis intenciones de ir a la carga por esa oportunidad de porcentaje tan bajo como la depresión en la que he caído.
Solo sé que muchas de las cosas que me pasan ahora no son más que lo que generó mi cerebro desde el principio, y ahora admitir culpas y requerir las llamadas “enmendaciones” está muy por debajo de lo que solicita hoy por hoy mi ser.
Entendí muchas cosas en este corto tiempo y salí del problema que genero ese momento sin saber que ahora buscarte no sería más mi opción sino más bien acoplar mejor nuestra relación, pues diluiste el amor que quedaba y ahora ofrecerte algo más que una pasión resguardada por una suma de cariños meramente amicales no estará jamás ya en mis planes, voy con todo y decidido, superado y más risueño que nunca pues me hiciste entender que en realidad tú ni enterada estabas que me amabas y con ese juego de palabras me diste entender que esto había sido un juego en el que torpemente jugué todas mis cartas, apostando todo lo que me quedaba para así al terminar no tener ni la menor idea de cómo comenzar otra vez algo así.
¿Sabes?, no tengo idea ahora de lo que es el amor, no tengo ni la más mínima idea de lo que algún día sugerí que era, me siento terriblemente equivocado pues hoy dudo de si al decir “te amo” estaba seguro que lo hacía, lo único que me queda ahora después de tanto tiempo de planear un excelente regreso con un análisis previo, enmendaciones, y restauración de mi propia alma es simplemente ignorancia, me siento perdido y confundido porque olvide como conquistar de verdad, olvide como era el enamorarme y hasta perdí las ganas de querer una relación de pareja.
Hoy ya no sé si es tan importante para ti esto, no sé si el recuerdo deba perdurar pues ya aprendí la fórmula para olvidar, es ahora después de un gran tiempo sin ti, que puedo decir que no necesito más ese recuerdo, porque ese recuerdo era el que me daba ánimos para seguir, ahora tengo otras motivaciones, otras causas por las cuales seguir mi camino, hoy con el dolor de mi ser debo decir que para mí el amor se volvió subjetivo, dispuesto a enamorarme pero sin recordar el fervor de antes, pues ahora sé que entro a un sector desconocido porque nadie puede asegurarme que sentiré lo antes vivido.
Me siento extraño, entre liberado y sumiso, las cosas van perdiendo valor para mí poco a poco y explotado por mi engañosa mente llena de interpretaciones extravagantes llego a conclusiones poco claras que solo alertan peligros menores.
Me dijiste una vez que si te concentrabas mucho en una cosa podías dejar de lado otras, créeme, lo he logrado, estoy tan abocado a mis estudios y a la escritura que no me da tiempo para sentir pena porque de mí ya te olvidaste.
El amor viene el amor se va, así de fácil tanto como el dinero o una vaga amistad, ya no pierdo el tiempo en cosas absurdas me evoco a mí y mi realidad, con dificultades y de más pero sin quejarme porque ya de mis lamentos harta deberás de estar, no me quedan muchas cosas más que darle para adelante sin pensarlo una vez más.
Han pasado algunas semanas desde que me hablaste al teléfono y pese a que intenté asimilarlo y hacerme el fuerte hoy soy tan frágil que me da miedo sentir de nuevo esto, porque a pesar de que lo arruiné, salí tan dolido de este embrollo que no sé qué haría si no existiera tanto apoyo.
Mi vida se encuentra en borrón y cuenta nueva, es solo que no sé bien como deba a comenzar estas nuevas páginas sin ti para ayudarme a deletrear mis palabras.
No busco ahora nada, solo ando divagando en mi propia soledad y hundido en una resignación que me hace pensar que el tiempo es tiempo y solamente este me ayudará, me hiciste aprender lecciones de vida que no quiero olvidar, pero como hacerlo si al quererte olvidar, eso deberé borrar para siempre jamás.
Bueno yo solo quería decirte en estos párrafos que no te preocupes por mí, que ando bien, pronto saldré de viaje y usaré este tiempo para despejarme un poco más.
En sí, todo esto demuestra como estoy, aunque lo último que quiero que sepas es que contigo yo andaría mejor.
lunes, 15 de marzo de 2010
El amor no encaja en tu soledad

Sentado en mi escritorio, son las cuatro de la tarde y parece que las manecillas del reloj no avanzan en el tiempo usual y es la desesperación la que me deja impaciente ante mi próximo encuentro con el destino.
Lo he pensado muchas veces y salir a pasear por las mismas calles me tendrá que traer algún provecho.
Todos los viernes luego de salir de mi rutinaria vida en la oficina voy al café de la avenida Larco al frente del parque Kennedy, suelo sentarme a tomar un simple café y mirar cómo la gente va pasando y mi juventud se va acabando.
No me quejo de mi trabajo aunque sé que podría ser algo mejor, me quejo de mi soledad y de mi mala suerte para el amor.
No suelo irme de fiestas los sábados, pues ayudo a mi abuela a pasar con mucha felicidad los últimos días que le quedan y aunque llevo largo rato en ese plan, no me siento impaciente, ella se vio muy afectada con la muerte de su único hijo, mi padre, el cual siempre fue su orgullo, me gusta pensar que esos sentimientos fueron pasados ahora hacia mi persona.
De tal modo como ven estos son mis momentos en los cuales disfruto de una incómoda pero relajante soledad, alejada del insípido amor, sin preguntarme para qué lo necesito o cuándo llegará a mí.
Las relaciones en mi juventud me hicieron dar de cuenta que en ese aspecto suelo dar de tonto siempre, iluso e ingenuo fiel a mis costumbres, la pego de muy bonachón, crédulo y hasta a veces aburrido porque ando cargando con lo mismo siempre.
No puedo decirte ahora que no tengo a nadie pero aunque la hubiese no tendría sentido porque no funcionaría.
Hay una chica en el trabajo, comenzó hace unas semanas y no paramos de mirarnos, hablamos poco pues mi oficina es algo de altos cargos y la verdad no suelen entrar mucho mis empleados, no soy el dueño ni el jefe, pero manejo un grupo de gente, es decir, que tengo personas a mi cargo, en fin, esta mujer, juvenilmente guapa, de esbelta figura y mirada llamativa anda rondando por mi mente.
Las veces que veo pasar a Rocío, porque ese es su nombre, mi cuerpo tiembla y mi reacción es siempre la de un escudo, no puedo mentirte, a veces suelo verla por la persiana de mi oficina y ocasionalmente la abro para cruzar un par de miradas con ella, suelo pensar que es un simple coqueteo, pero me he ilusionado tontamente con ella, como me suele pasar en distintas ocasiones con distintas mujeres.
Hombre tranquilo, de costumbres recatadas y de hobbies tales como la lectura y el ajedrez, no trato de malgastar mi tiempo ni palabras en intentar un imposible como Rocío, no tengo mucho para ofrecerle a una dama tan distinguida como ella, aunque sé que es soltera también sé que muchos chicos la asechan al igual que yo, por eso siempre doy un paso atrás.
Mi amigo Eduardo de la oficina, jefe de recursos humanos, le ha echado el ojo y yo disimulado no digo nada, el me cuenta siempre de sus aventurillas dentro y fuera del trabajo y hace dos semanas la invito a salir, ella desistió asegurándole que conocía de antemano sus intenciones y que no valía la pena que malgaste su tiempo y dinero con ella, pues ella haría de esto un fracaso total en su intento.
Total, a Eduardo no le importaba un comino, las mujeres le sobraban, era intrépido y atrevido y como las demás damas que conocíamos lo consideraban buen mozo él no se hacía ningún problema.
Lo malo es que a mi estas cosas me afectaban yo comenzaba a sentir raramente cosas por una chica que sabía que no conocía y lo peor era que no pensaba hacer nada al respecto.
Siempre almorzaba con Elena, mi secretaria, nos llevábamos muy bien pero ella era muy niña para mí, estaba practicando en esta empresa y decidí yo darle su oportunidad, parecía una chica audaz e inteligente y no me arrepiento de mi elección porque así lo es hasta ahora y seguirá siendo, le he ofrecido un puesto fijo para cuando termine sus estudios pero sé que sus ideales son otros y sus objetivos no parten en esta empresa, yo no haré nada para impedir que consiga sus sueños.
Le contaba todo lo que me pasaba con Rocío, y ella solo decía “tontito, no dejes que ella te saqué de tu cordura, ¡qué mucha no te queda ah!”, me encantaban sus frases de alta sociedad y los lujos que se daba, se convirtió en una gran amiga para mí durante todo este tiempo.
Siempre que tomaba mi café los viernes por la noche me castigaba a mi mismo por no haberla invitado a salir, tomarnos un vino o ir a un buen restaurant, pero bueno soy así, vivo de mis remordimientos y de las quejas, hace buen tiempo colgué la toalla para el amor y decidí que no servía para el tema, pese a que Elena siempre recalcaba mis virtudes de hombre bueno y sensato no se explicaba cómo no conseguía a una buena mujer para mí y tampoco se explicaba lo obsesionado que estaba con Rocío.
Un día como hoy a las cuatro de la tarde en viernes Rocío toca la puerta y viene a anunciar su renuncia pues se iba con un mejor sueldo a un nuevo empleo en una gran empresa.
Al verla a los ojos solo me detuve un momento y solo atiné a decirle “¿te gustaría beber un café conmigo?, solo los dos, ¿como en una cita?”, ella me sonrió me miró a los ojos también y en una inesperada situación me respondió “desde la primera vez que me miraste de esa forma descubrí en ti algo que no veo en nadie más, no sé porque sentía que debía acercarme a ti, es por eso que siempre respondía a tus miradas, siempre te noté desde tu persiana mirándome con una ilusión de niño y la verdad es que yo jamás hice nada por la misma razón que tú, sé que te sientes insuficiente, lo hilarante es que yo también me siento así” yo no entendí su confusa respuesta pero no perdía nada en preguntar y al decirle que no entendía su figurada respuesta me dijo “te espero en el café del Kennedy, ¿no llegues tarde si?”.
La velada fue espectacular y a pesar de que la noche nos quedó corta, quedamos en vernos siempre después de su partida del trabajo, ella aceptó y me reveló que ella tomaba café en este mismo lugar y me veía siempre solo sentado en la mesa de la esquina, me dijo también esa misma noche, que sería mi último café en soledad porque ella se quedaría conmigo hasta que se acabe hasta la última gota.
El amor se va y al irse no regresa más, eso pensaba yo, hasta que descubrí que hay tantas cosas que uno no puede ver, sobre todo en cosas de amor, el amor puede ir y venir pero depende de ti dejarlo entrar y que perdure siempre en cada acción y cada paso que das.
lunes, 8 de marzo de 2010
La rosa divisora de dos mundos

A inicios de primavera en una tarde soleada, una rosa dorada brillaba por demás.
Solo el viento que soplaba despacio por la pradera podía acompañarla en la hermosa vista que ofrecía su ostentosa presentación.
Soy Rosa, se presentó, pero sus acompañantes evadieron su honorable descubrimiento, el viento sopló con más intensidad, creando temor en la pradera, todos voltearon a hacer reverencia a la nueva rosa de la primavera.
Susurra el viento nuevamente, haciéndole saber a Rosa que no estaba sola y que no se preocupase más, todos allí eran nuevos y costaba mucho aceptar la realidad.
El veterano le explicaba que estaba frente a un mundo nuevo donde el clima debía estar estable para mantener unida a la pradera.
Rosa comenzaba a conocerse a sí misma y ante ella tenía un nuevo aliado de repente, un fuerte roble con nacientes frutos le mostró amistad y lealtad.
Rosa se sentía una diosa sin carencias ni defectos, y poco a poco su debilidad iba saliendo a flote, su brillantez hacía aminorar la belleza de los demás florales de la pradera, haciéndola saberse insuperable ante los demás y su soberbia explotaba su poderío y supremacía.
El viento amenazó a la rosa de oro que de seguir con sus actitudes de altanería, una fuerte tormenta azotaría la pradera en busca de acabar con ella y que él mismo se encargaría de apoyar al clima en esa situación a lo que la rosa responde embriagada en poder que podía traer los males que quisiese, pues la rosa dorada no caería jamás.
A la semana siguiente cuando la enemistad con los demás miembros de la pradera era más que evidente, la tarde dejó de ser primaveralmente soleada y de vientos sutiles, pasó a ser fastidiosa y áspera; y la oscuridad se apropió de toda la pradera, paralizados todos recurrieron al poderoso árbol que seguía de cerca los pasos de la rosa dorada, este tratando de tranquilizar a todos evitó la desesperación, pero la rosa no podía dejar de ser la que llame más la atención y le gritó al viento que no le tenía miedo a nadie y que ella tenía poderes (de los cuales ni ella aún estaba enterada) y que podría acabar con el todo el reino del clima cuando ella lo desee.
El clima sacó participación y de repente comenzó a expresarse, mientras le decía a la rosa que era una desubicada y testaruda, la azoto con una fuerte ventisca que nació de la nada.
El árbol conocía los secretos de la rosa pues este viejo y poco novato roble había sobrevivido mucho tiempo, a las estaciones que el clima le otorgaba, él sabía que la rosa sólo podía explorar dentro de sí con ayuda de los demás miembros de la pradera.
La conexión mística que le da su ecosistema, la más bonita de las rosas estaba destinada a resignarse ante el reino del clima o a sus similares, ¿qué fue más difícil para ella?, ambos tratan de destruir tu orgullo y soberbia, y sin un poco de fuerza la rosa volteó ante sus compañeros a pedir inagotables disculpas sobre todo lo sucedido.
El roble sonrió ante la excelente decisión, pues se dio cuenta que la incesante rosa lo comprendió y las demás flores dejaron salir de si un polvo que volaba hacia la rosa de un color brillante e indistinguible, la pintaron de un color diamante que por obligación llamó al reino del sol.
El solo combatió con el clima por la vida de la pradera y al verse incapacitado por la fuerza inagotable del viento,la rosa tomó su última decisión, explotó y dejó volar sus pétalos por toda la pradera dejando caer su tallo y haciendo que el polvo mágico que se emanaba antes se disperse por toda la pradera y que contagie al clima, viento y sol.
La soberbia rosa se sacrificó como acto final a sus despistados e ingenuos actos, haciendo que la pradera no decaiga jamás, le consiguió una vida infinita a sus demás compañeros al sacrificar su vida y demostró su incansable felicidad.
El siempre sorprendente sol hacía recordar a la pradera, a la hermosa y brillante flor, y aunque se dejó llevar al principio por el poder de su belleza, su entrega dejó muy claro que su corazón era más puro que nada de lo que hay en el mundo y su alegría era opacada por una altanería inexplicable, pero nos damos cuenta de que todos tenemos una forma brillante de demostrarnos y demostrar ante todos como somos realmente.
Nació de color dorado y murió brillante como el más preciado de los diamantes y es así como todos recordarán a la rosa divisora de dos mundos, que se unieron más que nunca cuando esta hizo entender el valor y la potencia de la unión y la amistad.
-En memoria de Rosa Rivera-
martes, 2 de febrero de 2010
El periodista

Esperar un desastre, comunicar cada detalle, reportar cada muerte y salir a las calles sin asegurar que tu vida está a salvo, yo vivo de esto, sí, la misma porquería cada endemoniado fin de semana, los viajes en helicóptero, los cadáveres de cientos de indígenas maltratando mi sensibilidad estomacal y yo sin quejas esperando el día final del mes, para reclamar mi justa paga.
Soy el hombre noticia, soy el periodista oportuno, soy terror de contrabandistas y libero las batallas más sangrientas en las cortes supremas de justicia.
Tengo mil apodos, los famosos me odian, el pueblo me necesita y yo sin guiarme por pedidos y sí por instinto, tiendo a recurrir a mis métodos de periodista intrépido y audaz, pero ¿qué reconocimiento luego de tantos años es el más beneficioso?
Si digo dinero, sería un materialista y sinceramente no soy más que eso, nací solamente para el dinero y absorbido por la avaricia, el reconocimiento y el odio ajeno, es que comencé a trabajar en lo que hago.
Nada es más gratificante que escuchar gente lidiando con gente por algo que yo descubrí, sea cierto o tan solo un truco la intriga y la destrucción de familias siempre se posa en mí.
Tengo deberes y aunque soy mi propio dueño, a veces cuesta ser tan idiota.
Que mentira, disfruto tanto la destrucción, la mentira, el chisme y la fracturación, que el premio verdadero a mi trabajo soy yo mismo, sin más ni menos, mi alegría es su mala suerte.
Los sucesos son mi alimento y la mentira mi sazonador.
Periodista = ser más odiado.
Simplemente me encanta ser parte del gremio de acosadores justamente pagados, secta de perdedores que no tienen más que hacer que meterle bichos a tu vida.
Mis palabras conjugan con todas las acciones y mis reportes son tan intrépidos que la gente no sabe qué hacer para pedirme más.
El ser odiado no significa no ser solicitado, en ese aspecto soy indispensable en la vida de los demás, sin periódicos no hay un sistema real al que la gente pueda acudir, sin mí la gente solo tendría agua y pan.
El periodismo fue hecho porque era una ley que se crease, si no se hubiese hecho hasta ahora ya alguien lo estaría pensando, porque gente tan mala como yo se alimenta de esto, de las malas habladurías, de los malos pensamientos, de las suposiciones y los fracasos.
Tengo en mente el hecho de que piensas que soy un enfermo mental y que el sentido de mi atrofiada vida está mal encaminada, lo que no sabes es que lo único que hago es servirle a mi profesión, haciendo lo que más me gusta, intimidar a los débiles, haciéndome más poderoso con los berrinches de los escépticos, y los que carecen de sentido del humor, pues ¿cómo más tomar una noticia amarillista sino como un juego de mentirillas?
¿Me creerían si les digo que cada mañana recibo amenazas de muerte?, esto es algo frecuente en mi vida, pero aquí el hablador soy yo, de aquí a que alguien mueva un dedo para hacerme daño, eso no lo creo, la gente dice muchas cosas, aunque de la misma manera mueve muchas piezas.
Yo disfruto mi vida y como la gente dice que cada persona debe morir en su ley, tal vez esta sea la mía, sería alucinante que alguien rompa la puerta de mi casa y me acuse de acosador, apuntándome con una pistola terriblemente temeraria, pero en fin, esa es mi vida, eso fue lo que escogí, no me gusta nada más, no me rio de muchas cosas, no merodeo por las calles en busca de mujeres, solo quiero trampas, mentiras, buenas noticias, que despierten a las personas de sus asquerosas vidas.
Si algún día me toca morir por esto, será porque yo decidí que fuera así, nací con el aura del periodista endemoniado, atacando, usurpando, destrozando y encarnando vidas que no son las mías.
No le tengo miedo a la muerte, no le tengo miedo a nada, nadie es mi dios y nadie vendrá a salvarme cuando algo necesite, estoy solo, nací solo y solo me quedaré.
Atrápame si puedes mal tiempo, que a tu espera yo estaré.
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