Entre andares y soluciones vehementes a problemas no siempre tan constantes, existe una forma de ver desde un punto externo tu vida, me pasó hace un tiempo y tengo miedo de que siga pasando, suelo ser despistado y de carácter pacífico, suelo encuadrar perfectamente en la sociedad que me rodea pero recurrí a un sistema que me pareció en su momento llamativo, un amigo de tiempo me ofreció darme una segunda oportunidad de ser, es decir me ofreció una nueva vida.
Aunque novedosa y alocada me pareció su idea, corrió por mi mente distanciarme de aquella proposición pensando más bien que las bromas de mal gusto tienen un límite, pese a ello mi falta de virtudes y constantes defectos entre los cuales la curiosidad entra en juego de una manera abrupta y abrumadora me dispuse a indagar sobre este nuevo sistema, resulta que era más sencillo de lo que pensaba, él me ofrecía a mí ser quien yo quisiese en la vida pero otra persona gozaría de ella pero estaría bajo mi control, y dado que una cosa llevó a la otra decidí ser el primer aventurero en probar su delicado programa de oportunidad.
No se equivoquen no me quejo de nada de lo vivido y lo conseguido, pero me picaban las ganas de saber hasta dónde llegaría mi astucia y si soy tan ambicioso para crear a un ser que en sí vendría a ser un sueño de lo que yo querría.
Cuando menos me di cuenta ya llevaba 6 meses rondando por los mundos imaginarios que él había creado, era un ser perfecto pero con los defectos de mi entorpecido carácter humano, la gente comenzó a seguirlo por todas partes del mundo y yo iba conociéndolos a todos, hasta que sin darme cuenta, estúpidamente caí rendido a los pies de una mujer que no tenía ni idea de quién era ni como rayos había aparecido en mi vida.
Se llamaba Maite, nos hicimos amigos rápido, me encantaban sus frases con acento porque no era de mi zona, ella me iba enseñando como veía esta segunda vida desde su perspectiva, pronto nos confesamos que había algo más intenso que nos unía y sin poder descubrirlo llegamos a la conclusión de que esta se tornaba en otra absurda historia de amor, pero este era absurdo por excelencia.
Los sentimientos se fueron incrementando con el tiempo y cada vez la curiosidad nos carcomía, queríamos hallar quién se encontraba detrás de ese ser perfecto, detrás de esa alma gemela que en realidad era la que conquistaba al otro ser, nos dimos cuenta que en nuestra vida real nuestro destino debería ser el de estar juntos y comenzamos a buscarnos de todas las formas posibles sin que el otro se enterase.
Al final de todos los tipos de búsqueda existentes y las preguntas a medio hacer que formulábamos, llegamos a la conclusión de que ella bien podría ser mi madre, me llevaba todo lo que yo tenía de edad, la noticia sucumbió en nuestros corazones porque nos dimos cuenta de nuestro imposible acercamiento, ella decidió apartarse y yo al sentir su alejamiento decidí borrarla de mí.
Pasaron un par de meses y ella arrepentida de su decisión de alejarse de mí pensó que era inevitable al menos que fuésemos amigos, yo la negué hasta más no poder, le criticaba su falta de coraje y me excusaba diciendo que no importaba nuestra edad, pues nuestros corazones estaban ya conectados por demás, ante su ilógica decidí hacerme el valiente y acepte su oferta de ser amigos, aunque no tenía yo ninguna intención en realidad, ¡diablos de veras la extrañaba!, pero en mi vida real iban pasando miles de cosas más, que a fin de cuentas me hicieron olvidar ese temerario carácter y mi actitud de infante, acerté con elegir ser su amigo pues hasta hoy a pesar de querer ser más que eso, me encanta escucharla negarse ante mí pero sin poder evitar decirme, ¡te quiero!
Hoy seguimos conversando cada mañana, pues aquí en Perú siempre da la noche de España, nos conocemos ya buen tiempo, es mi chica favorita, la que me hace perder el aliento, sé que yo soy el suyo, créeme no te miento.
Le dejo mensajes cada vez que puedo, tenemos citas aunque con un significado plasmado en el libreto, pues aunque me joda la existencia, no hay nada como la vida real, ella anda casada con dos hijos y yo simplemente ando como un vago y nada más.
Red Bull Music Academy Radio
viernes, 7 de mayo de 2010
domingo, 4 de abril de 2010
El fruto de mis recuerdos
La percepción de la ingenuidad de otros hoy me permite decirte que soy tan ignorante como aquellos que dan a conocer fácilmente sus carentes características de sapiencia, es por ello que no trato de generar alboroto ni demostrar soberbia cuando sé algo nuevo, porque en realidad no estoy seguro si es realmente nuevo, tal vez sea inseguridad pero en estos tiempos creo que ya todo lo que se debió descubrir está descubierto.
La mediocridad tal vez o mi suprema inseguridad ante la posible capacidad de conocimientos que tengan otros, tan solo ideas, ideas y más ideas que rondan por mi cabeza pero sin mayores intenciones de crear algo.
De más está explicarles mi trayectoria o mis estudios porque cualquiera los puede tener, bueno eso digo yo que soy el que genera esta discusión, que en realidad es tan solo conmigo mismo.
Algo confuso me levante hoy a mi parecer y ando diciéndoles estas cosas que no tienen mayor importancia para ustedes, tal vez lo que les importe de mi vida es algo más sustancial, y qué más sustancial puede haber que una vida amorosa accidentada que llene de sentimientos y emociones a los que puedan leerme como ustedes.
Lamento decepcionarlos hoy (risas), no tengo una vida amorosa accidentada, es más, yo creo que vendría a ser todo lo contrario, es algo extraño porque lo que no encontré en una vida llena de esfuerzos tales como mis estudios de ingeniería mis maestrías y doctorados que en este punto de mi vida puedo asegurar que no me sirvió de nada pero el amor para mí, un extraño ingeniero, viene a ser lo que le da los respiros a mi vida y aunque sean los últimos y que no cuenten a la par con éxitos profesionales, me dieron toda la vida que yo hubiese querido tener, mi esposa, mis hijos y mis nietos son el fruto más productivo que pude darle a esta vida llena de gente incapaz de darle al mundo una continuidad de gente que espere dar lo mejor de sí, de una manera humana e íntegra, les digo que mis últimos días son estos porque está enfermedad, producto de mi vejez, me hace olvidar cada vez más cosas y termina cada vez con mi vida de manera tal que el día final para mí será el día que los olvide a todos y de la desesperación generada por mi soledad en este mundo decida acabar conmigo mismo.
Los recuerdos que tengo de mi familia son todo y lo más valioso que tengo en esta vida, no sé qué haría sin mis recuerdos, aunque cada día son menos tengo aún la esencia de este lado de la vida que me sonrió, que me proporciono fuerzas para salir adelante por ellos, aunque con lo mínimo para asegurarme de que los que me rodearan tuvieran la capacidad suficiente para salir adelante sin óbices en su delante y lo logré o al menos la enfermera me lo hace creer cada día que viene a contarme la historia de mi vida una y otra vez, sentada a al lado de mi cama viniendo con mi dieta aligerada y pastillas que producto de mi enfermedad y otras cosas más debo tener siempre conmigo.
El alzhéimer es terrible sobre todo cuando este miedo que siento de perder a todos los que me quieren me somete a una depresión en la cual quiero dejar todo de lado y encomendarme hacía otros mundos.
Que engañosa y penosa enfermedad que padezco, que tristeza es la que siento pues hoy sin mi esposa al lado, que me dejó cuando la atacó un fuerte cáncer pero que puedo hacer, cada vez que trato de recordarla tienen que venir con antidepresivos para calmar mis ansias de tenerla a mi lado, y mi depresión y resignación, se vuelve todo tan terrible, tan frío, la soledad me embarga y cada día que pasa deben presentarme de nuevo gente que yo antes conocía, hasta amigos cercanos y mis hijos que me visitan a diario en este centro para ancianos.
Ya no me siento igual la vida se me escapa al igual que mis recuerdos, intento hacer mi mayor esfuerzo, ya no deseo muchas cosas más que saber que cada quién me recordará como el hombre que no quiso nada más, que darles una vida con sentido y amor en toda acepción que estas palabras puedan dar.
Esa era una historia de amor, amor a una esposa, amor a mis hijos y los frutos que estos dieron, amor a mis amigos más queridos y el amor a esta vida de la cual no me queda mucho más, que más que despedirme por hoy dándome cuenta que el final ya llegó porque me termine de dar cuenta que sí fui feliz y estos recuerdos no solo perdurará en mi mente sino en mi alma, que me acompañará a donde vaya no importa el lugar ni la situación.
No puedo decirles que tuve una vida mala porque aunque en otros aspectos me fue terriblemente, tuve y di todo lo que la vida me permitió, un regalo divino, que hoy me dice que termina y me permite juntarme de nuevo con mi verdadero amor.
Adiós.
… (sin signos vitales).
jueves, 1 de abril de 2010
Mi amor subjetivo

Tan abstracto que a veces no sé si es real, tus ideas deben ser ahora parte de mi olvido para poder ahora sí admitir que he sobrevivido. Calmo, pasivo y hasta inerte deben de ser mis actitudes frente a tus agravios, tus explicaciones y tu realidad, que no han hecho más que generar lamentos en mi ya aturdido corazón.
Desde el instante en que recuerdo cada palabra que salía de mi boca, cada acción que realizaba en esos precisos momentos o cada gesto que descubría en tu rostro al decirte que te seguía amando renovaban mis intenciones de ir a la carga por esa oportunidad de porcentaje tan bajo como la depresión en la que he caído.
Solo sé que muchas de las cosas que me pasan ahora no son más que lo que generó mi cerebro desde el principio, y ahora admitir culpas y requerir las llamadas “enmendaciones” está muy por debajo de lo que solicita hoy por hoy mi ser.
Entendí muchas cosas en este corto tiempo y salí del problema que genero ese momento sin saber que ahora buscarte no sería más mi opción sino más bien acoplar mejor nuestra relación, pues diluiste el amor que quedaba y ahora ofrecerte algo más que una pasión resguardada por una suma de cariños meramente amicales no estará jamás ya en mis planes, voy con todo y decidido, superado y más risueño que nunca pues me hiciste entender que en realidad tú ni enterada estabas que me amabas y con ese juego de palabras me diste entender que esto había sido un juego en el que torpemente jugué todas mis cartas, apostando todo lo que me quedaba para así al terminar no tener ni la menor idea de cómo comenzar otra vez algo así.
¿Sabes?, no tengo idea ahora de lo que es el amor, no tengo ni la más mínima idea de lo que algún día sugerí que era, me siento terriblemente equivocado pues hoy dudo de si al decir “te amo” estaba seguro que lo hacía, lo único que me queda ahora después de tanto tiempo de planear un excelente regreso con un análisis previo, enmendaciones, y restauración de mi propia alma es simplemente ignorancia, me siento perdido y confundido porque olvide como conquistar de verdad, olvide como era el enamorarme y hasta perdí las ganas de querer una relación de pareja.
Hoy ya no sé si es tan importante para ti esto, no sé si el recuerdo deba perdurar pues ya aprendí la fórmula para olvidar, es ahora después de un gran tiempo sin ti, que puedo decir que no necesito más ese recuerdo, porque ese recuerdo era el que me daba ánimos para seguir, ahora tengo otras motivaciones, otras causas por las cuales seguir mi camino, hoy con el dolor de mi ser debo decir que para mí el amor se volvió subjetivo, dispuesto a enamorarme pero sin recordar el fervor de antes, pues ahora sé que entro a un sector desconocido porque nadie puede asegurarme que sentiré lo antes vivido.
Me siento extraño, entre liberado y sumiso, las cosas van perdiendo valor para mí poco a poco y explotado por mi engañosa mente llena de interpretaciones extravagantes llego a conclusiones poco claras que solo alertan peligros menores.
Me dijiste una vez que si te concentrabas mucho en una cosa podías dejar de lado otras, créeme, lo he logrado, estoy tan abocado a mis estudios y a la escritura que no me da tiempo para sentir pena porque de mí ya te olvidaste.
El amor viene el amor se va, así de fácil tanto como el dinero o una vaga amistad, ya no pierdo el tiempo en cosas absurdas me evoco a mí y mi realidad, con dificultades y de más pero sin quejarme porque ya de mis lamentos harta deberás de estar, no me quedan muchas cosas más que darle para adelante sin pensarlo una vez más.
Han pasado algunas semanas desde que me hablaste al teléfono y pese a que intenté asimilarlo y hacerme el fuerte hoy soy tan frágil que me da miedo sentir de nuevo esto, porque a pesar de que lo arruiné, salí tan dolido de este embrollo que no sé qué haría si no existiera tanto apoyo.
Mi vida se encuentra en borrón y cuenta nueva, es solo que no sé bien como deba a comenzar estas nuevas páginas sin ti para ayudarme a deletrear mis palabras.
No busco ahora nada, solo ando divagando en mi propia soledad y hundido en una resignación que me hace pensar que el tiempo es tiempo y solamente este me ayudará, me hiciste aprender lecciones de vida que no quiero olvidar, pero como hacerlo si al quererte olvidar, eso deberé borrar para siempre jamás.
Bueno yo solo quería decirte en estos párrafos que no te preocupes por mí, que ando bien, pronto saldré de viaje y usaré este tiempo para despejarme un poco más.
En sí, todo esto demuestra como estoy, aunque lo último que quiero que sepas es que contigo yo andaría mejor.
lunes, 15 de marzo de 2010
El amor no encaja en tu soledad

Sentado en mi escritorio, son las cuatro de la tarde y parece que las manecillas del reloj no avanzan en el tiempo usual y es la desesperación la que me deja impaciente ante mi próximo encuentro con el destino.
Lo he pensado muchas veces y salir a pasear por las mismas calles me tendrá que traer algún provecho.
Todos los viernes luego de salir de mi rutinaria vida en la oficina voy al café de la avenida Larco al frente del parque Kennedy, suelo sentarme a tomar un simple café y mirar cómo la gente va pasando y mi juventud se va acabando.
No me quejo de mi trabajo aunque sé que podría ser algo mejor, me quejo de mi soledad y de mi mala suerte para el amor.
No suelo irme de fiestas los sábados, pues ayudo a mi abuela a pasar con mucha felicidad los últimos días que le quedan y aunque llevo largo rato en ese plan, no me siento impaciente, ella se vio muy afectada con la muerte de su único hijo, mi padre, el cual siempre fue su orgullo, me gusta pensar que esos sentimientos fueron pasados ahora hacia mi persona.
De tal modo como ven estos son mis momentos en los cuales disfruto de una incómoda pero relajante soledad, alejada del insípido amor, sin preguntarme para qué lo necesito o cuándo llegará a mí.
Las relaciones en mi juventud me hicieron dar de cuenta que en ese aspecto suelo dar de tonto siempre, iluso e ingenuo fiel a mis costumbres, la pego de muy bonachón, crédulo y hasta a veces aburrido porque ando cargando con lo mismo siempre.
No puedo decirte ahora que no tengo a nadie pero aunque la hubiese no tendría sentido porque no funcionaría.
Hay una chica en el trabajo, comenzó hace unas semanas y no paramos de mirarnos, hablamos poco pues mi oficina es algo de altos cargos y la verdad no suelen entrar mucho mis empleados, no soy el dueño ni el jefe, pero manejo un grupo de gente, es decir, que tengo personas a mi cargo, en fin, esta mujer, juvenilmente guapa, de esbelta figura y mirada llamativa anda rondando por mi mente.
Las veces que veo pasar a Rocío, porque ese es su nombre, mi cuerpo tiembla y mi reacción es siempre la de un escudo, no puedo mentirte, a veces suelo verla por la persiana de mi oficina y ocasionalmente la abro para cruzar un par de miradas con ella, suelo pensar que es un simple coqueteo, pero me he ilusionado tontamente con ella, como me suele pasar en distintas ocasiones con distintas mujeres.
Hombre tranquilo, de costumbres recatadas y de hobbies tales como la lectura y el ajedrez, no trato de malgastar mi tiempo ni palabras en intentar un imposible como Rocío, no tengo mucho para ofrecerle a una dama tan distinguida como ella, aunque sé que es soltera también sé que muchos chicos la asechan al igual que yo, por eso siempre doy un paso atrás.
Mi amigo Eduardo de la oficina, jefe de recursos humanos, le ha echado el ojo y yo disimulado no digo nada, el me cuenta siempre de sus aventurillas dentro y fuera del trabajo y hace dos semanas la invito a salir, ella desistió asegurándole que conocía de antemano sus intenciones y que no valía la pena que malgaste su tiempo y dinero con ella, pues ella haría de esto un fracaso total en su intento.
Total, a Eduardo no le importaba un comino, las mujeres le sobraban, era intrépido y atrevido y como las demás damas que conocíamos lo consideraban buen mozo él no se hacía ningún problema.
Lo malo es que a mi estas cosas me afectaban yo comenzaba a sentir raramente cosas por una chica que sabía que no conocía y lo peor era que no pensaba hacer nada al respecto.
Siempre almorzaba con Elena, mi secretaria, nos llevábamos muy bien pero ella era muy niña para mí, estaba practicando en esta empresa y decidí yo darle su oportunidad, parecía una chica audaz e inteligente y no me arrepiento de mi elección porque así lo es hasta ahora y seguirá siendo, le he ofrecido un puesto fijo para cuando termine sus estudios pero sé que sus ideales son otros y sus objetivos no parten en esta empresa, yo no haré nada para impedir que consiga sus sueños.
Le contaba todo lo que me pasaba con Rocío, y ella solo decía “tontito, no dejes que ella te saqué de tu cordura, ¡qué mucha no te queda ah!”, me encantaban sus frases de alta sociedad y los lujos que se daba, se convirtió en una gran amiga para mí durante todo este tiempo.
Siempre que tomaba mi café los viernes por la noche me castigaba a mi mismo por no haberla invitado a salir, tomarnos un vino o ir a un buen restaurant, pero bueno soy así, vivo de mis remordimientos y de las quejas, hace buen tiempo colgué la toalla para el amor y decidí que no servía para el tema, pese a que Elena siempre recalcaba mis virtudes de hombre bueno y sensato no se explicaba cómo no conseguía a una buena mujer para mí y tampoco se explicaba lo obsesionado que estaba con Rocío.
Un día como hoy a las cuatro de la tarde en viernes Rocío toca la puerta y viene a anunciar su renuncia pues se iba con un mejor sueldo a un nuevo empleo en una gran empresa.
Al verla a los ojos solo me detuve un momento y solo atiné a decirle “¿te gustaría beber un café conmigo?, solo los dos, ¿como en una cita?”, ella me sonrió me miró a los ojos también y en una inesperada situación me respondió “desde la primera vez que me miraste de esa forma descubrí en ti algo que no veo en nadie más, no sé porque sentía que debía acercarme a ti, es por eso que siempre respondía a tus miradas, siempre te noté desde tu persiana mirándome con una ilusión de niño y la verdad es que yo jamás hice nada por la misma razón que tú, sé que te sientes insuficiente, lo hilarante es que yo también me siento así” yo no entendí su confusa respuesta pero no perdía nada en preguntar y al decirle que no entendía su figurada respuesta me dijo “te espero en el café del Kennedy, ¿no llegues tarde si?”.
La velada fue espectacular y a pesar de que la noche nos quedó corta, quedamos en vernos siempre después de su partida del trabajo, ella aceptó y me reveló que ella tomaba café en este mismo lugar y me veía siempre solo sentado en la mesa de la esquina, me dijo también esa misma noche, que sería mi último café en soledad porque ella se quedaría conmigo hasta que se acabe hasta la última gota.
El amor se va y al irse no regresa más, eso pensaba yo, hasta que descubrí que hay tantas cosas que uno no puede ver, sobre todo en cosas de amor, el amor puede ir y venir pero depende de ti dejarlo entrar y que perdure siempre en cada acción y cada paso que das.
lunes, 8 de marzo de 2010
La rosa divisora de dos mundos

A inicios de primavera en una tarde soleada, una rosa dorada brillaba por demás.
Solo el viento que soplaba despacio por la pradera podía acompañarla en la hermosa vista que ofrecía su ostentosa presentación.
Soy Rosa, se presentó, pero sus acompañantes evadieron su honorable descubrimiento, el viento sopló con más intensidad, creando temor en la pradera, todos voltearon a hacer reverencia a la nueva rosa de la primavera.
Susurra el viento nuevamente, haciéndole saber a Rosa que no estaba sola y que no se preocupase más, todos allí eran nuevos y costaba mucho aceptar la realidad.
El veterano le explicaba que estaba frente a un mundo nuevo donde el clima debía estar estable para mantener unida a la pradera.
Rosa comenzaba a conocerse a sí misma y ante ella tenía un nuevo aliado de repente, un fuerte roble con nacientes frutos le mostró amistad y lealtad.
Rosa se sentía una diosa sin carencias ni defectos, y poco a poco su debilidad iba saliendo a flote, su brillantez hacía aminorar la belleza de los demás florales de la pradera, haciéndola saberse insuperable ante los demás y su soberbia explotaba su poderío y supremacía.
El viento amenazó a la rosa de oro que de seguir con sus actitudes de altanería, una fuerte tormenta azotaría la pradera en busca de acabar con ella y que él mismo se encargaría de apoyar al clima en esa situación a lo que la rosa responde embriagada en poder que podía traer los males que quisiese, pues la rosa dorada no caería jamás.
A la semana siguiente cuando la enemistad con los demás miembros de la pradera era más que evidente, la tarde dejó de ser primaveralmente soleada y de vientos sutiles, pasó a ser fastidiosa y áspera; y la oscuridad se apropió de toda la pradera, paralizados todos recurrieron al poderoso árbol que seguía de cerca los pasos de la rosa dorada, este tratando de tranquilizar a todos evitó la desesperación, pero la rosa no podía dejar de ser la que llame más la atención y le gritó al viento que no le tenía miedo a nadie y que ella tenía poderes (de los cuales ni ella aún estaba enterada) y que podría acabar con el todo el reino del clima cuando ella lo desee.
El clima sacó participación y de repente comenzó a expresarse, mientras le decía a la rosa que era una desubicada y testaruda, la azoto con una fuerte ventisca que nació de la nada.
El árbol conocía los secretos de la rosa pues este viejo y poco novato roble había sobrevivido mucho tiempo, a las estaciones que el clima le otorgaba, él sabía que la rosa sólo podía explorar dentro de sí con ayuda de los demás miembros de la pradera.
La conexión mística que le da su ecosistema, la más bonita de las rosas estaba destinada a resignarse ante el reino del clima o a sus similares, ¿qué fue más difícil para ella?, ambos tratan de destruir tu orgullo y soberbia, y sin un poco de fuerza la rosa volteó ante sus compañeros a pedir inagotables disculpas sobre todo lo sucedido.
El roble sonrió ante la excelente decisión, pues se dio cuenta que la incesante rosa lo comprendió y las demás flores dejaron salir de si un polvo que volaba hacia la rosa de un color brillante e indistinguible, la pintaron de un color diamante que por obligación llamó al reino del sol.
El solo combatió con el clima por la vida de la pradera y al verse incapacitado por la fuerza inagotable del viento,la rosa tomó su última decisión, explotó y dejó volar sus pétalos por toda la pradera dejando caer su tallo y haciendo que el polvo mágico que se emanaba antes se disperse por toda la pradera y que contagie al clima, viento y sol.
La soberbia rosa se sacrificó como acto final a sus despistados e ingenuos actos, haciendo que la pradera no decaiga jamás, le consiguió una vida infinita a sus demás compañeros al sacrificar su vida y demostró su incansable felicidad.
El siempre sorprendente sol hacía recordar a la pradera, a la hermosa y brillante flor, y aunque se dejó llevar al principio por el poder de su belleza, su entrega dejó muy claro que su corazón era más puro que nada de lo que hay en el mundo y su alegría era opacada por una altanería inexplicable, pero nos damos cuenta de que todos tenemos una forma brillante de demostrarnos y demostrar ante todos como somos realmente.
Nació de color dorado y murió brillante como el más preciado de los diamantes y es así como todos recordarán a la rosa divisora de dos mundos, que se unieron más que nunca cuando esta hizo entender el valor y la potencia de la unión y la amistad.
-En memoria de Rosa Rivera-
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