Veo en tus ojos la furia de los dioses puesta en acción, veo en tu humilde imagen la habilidad para crear temor en los más terribles adversarios.
Buscas tener un imperio libre de esclavitud, capaz de levantarse de manera independiente contra todas las posibilidades, buscas encontrar paz mediante muerte a los más despiadados gobernantes de los lejanos reinos, buscas guiar a tu gente a lo que sería tu autoproclamación a rey y las formas de hacerte ver ante los demás como algo más que un humilde soldado, esclavo de la guerra y de la ineptitud.
Detesto decirte que esto que buscas con tanto añoro te es imposible de conseguir, pues soy yo el que lo poseo, Soy yo quien durante años a puesto sus manos al fuego para luchar con el consejo y darle un equilibrio a este reino, soy yo quien a puesto el coraje para evitar el desdoblamiento de mi pueblo, déjame aclararte que te mandé llamar para decirte que estos esfuerzos jamás han sido en vano y a pesar de que mi pueblo cuestiona la autoridad y las acciones verdaderas del rey, soy yo mismo el que te informa a ti humilde soldado, que hice lo imposible para llegar hasta aquí.
Te digo también que es hora ya de dejar mi legado pues este rey dejará de gobernar al término de las cosechas de primavera.
Eres un ser valiente, corajudo y constante, déjame decirte que me haces recordar a mí cuando comencé a comandar mi primer grupo en vías de nuestra primera rebelión ante el consejo, lo que nos llevó a proclamarme como rey y compartir el gobierno y equilibrar nuestro mundo.
Es raro que converse esto contigo, ¿verdad?, te preguntarás porque demonios el rey se desfoga con un humilde soldado, cuando bien podría estarle dictando las órdenes del próximo gobierno al príncipe. Ese hombre nunca me convenció, un afeminado bueno para nada que se jacta con los esclavos de su superioridad cuando siempre ha sido desmerecido, me duele tener un hijo tan inepto y me parece que es el menos indicado para tomar mi lugar.
Tú en cambio soldado sin ser un general o un comandante, has demostrado tu fe valentía y coraje en todas las batallas que luchaste a mi lado, eres un ser de raza indomable y tu linaje más puro que la de los fantasiosos unicornios, me sacan de las dudas que desde tu niñez tuve, eres mi hijo Ignacio, y es ahora luego de tantas luchas y batallas que me doy cuentas que tu eres el indicado para heredar el trono eres tal como yo a tu edad, lleno de vida y de ambición, buscando un pueblo que te ame y que sabes que a tu lado encontrara la absoluta libertad.
Por preocuparme de cuidarte a ti olvide al hijo que tuve con la reina Aída, es por eso que el consejo aprovecho en apoderarse de mi hijo e influenciarlo en sus leyes políticas, y el buscando el poder para poner a todos en mi contra pues siempre me está deseando un final peor que la muerte, es por eso que antes que acaben conmigo te heredare mi imperio.
Ahora Ignacio en el final del último día de primavera tu serás nombrado bajo ley, el nuevo rey de el imperio.
Pues el pueblo busca libertad completa.
Y tu superioridad ante mí, me deja seguro que dejo en buenas manos mis raíces y se que gobernarás y tomarás las decisiones tal como yo las tomaría.
Tendrás en este pueblo un arma poderosa para salir adelante desde las sombras.
Tal como tu vida y la mía.
Al final de la primavera Ignacio tomó las riendas del gobierno, el consejo no pudo hacer nada para detener la sorpresiva decisión tomada por el rey.
Poner al mando a un soldado al que nadie le importaría ni su muerte.
El príncipe fue desterrado y luego de varios años cada miembro del consejo fue ahorcado.
Órdenes del rey Ignacio dejaron claros los propósitos del rey Carlos III.
El pueblo fue próspero y la libertad fue la única razón de unidad en esta historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario